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            La Gaceta histórica | 
             
          
            “¿Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia?  ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y  cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se  cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué  relaciones podremos emprender, cuando estamos a pupilo? (…) Ánimo, que para los  hombres de coraje se han hecho las empresas.” 
              Con estas palabras José de San Martín urgía a romper los vínculos que  nos ataban a España poco antes de la declaración de la independencia, mientras  preparaba la expedición que pronto daría libertad a Chile. Desde hacía más de  seis años que las Provincias Unidas luchaban contra las autoridades españolas  que intentaban prolongar la situación colonial en América, ya fuera a través del  Consejo de Regencia, las Cortes de Cádiz o el mismo Fernando VII, devuelto al  trono en 1813.  
              Pero recién el 9 de julio de 1816 el Congreso reunido en Tucumán  se animaría a dar este paso trascendental, declarando la existencia de una nación libre e independiente de la corona española.  Se inauguraba así el proceso de unificación nacional, que se extendería durante  varias décadas. 
                Queremos agradecer al  apoyo de nuestros auspiciantes. El laboratorio GADOR, Presidencia de la Nación y el Banco CREDICOOP  apuestan al desarrollo de contenidos y nos permiten generar y concretar nuevos  proyectos.  
              Agradecemos, como  siempre, a nuestros lectores, que con preguntas y comentarios nos ayudan a  crecer y a mejorar nuestra página.  | 
           
          
            | Felipe Pigna | 
           
          
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            Sobre nuestra página  | 
           
          
          
            El Historiador contiene  infografías temáticas donde se desarrollan diversos temas (25 de Mayo, la Independencia, el 12  de octubre, el día de la tradición, Manuel Belgrano, José de San Martín y  Domingo Sarmiento, 24 de marzo y Guerra de Malvinas) y una cronología  multimedia animada que recorre la historia del país y del mundo entre 1776 y  2010, con fotos, mapas, videos, audios y fragmentos musicales. Constituye un  paseo ágil y ameno a lo largo de más de doscientos años de historia. El  Historiador también incluye una lista de los gobiernos y gabinetes del  territorio nacional desde la fundación del virreinato del Río de la Plata hasta 2010, e información  sobre instituciones terciarias y universitarias para estudiar historia.  
              La Galería del Bicentenario propone un recorrido por la historia del país, entre 1810 y 2010, a través de pinturas,  ilustraciones y fotografías. Las secciones Publicidades y Humor  histórico constituyen nuevas perspectivas para abordar la historia a lo  largo del siglo XX. Pueden consultarse también las secciones de biografías, entrevistas, audios,  filmografía, artículos, documentos, efemérides y  estadísticas poblacionales. La sección La frase del día contiene frases  relacionadas con las efemérides de cada día con una breve explicación del  contexto en el que fueron articuladas. La página además ofrece un servicio  gratuito de respuesta sobre temas relacionados con la historia del país.  
              El Historiador tiene su registro  ISSN (International  Standard Serial  Number), otorgado por el Centro Argentino de Información Científica y  Tecnológica (CAICYT), un organismo creado por el CONICET para brindar servicios  sobre información y documentación científica y tecnológica.  
              En el 2010, El Historiador obtuvo el premio  Mate.ar de plata en la categoría “arte y cultura”, un reconocimiento a  todo el trabajo que venimos realizando desde hace ya varios años.  | 
           
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            | ÍNDICE | 
           
          
            · Efemérides de julio 
              · El rescate 
              · Noticias 
              · Difusión 
              · Lanzamiento de libros 
              · Staff 
              Un producto de El Historiador  | 
           
          
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            | YA SALIÓ! | 
           
          
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            Evita, Jirones de su vida, la primera biografía de Felipe Pigna, la     presenta en toda su complejidad, desde su infancia hasta su     transformación en una de las personalidades de mayor trascendencia política...  | 
           
          
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            | FELIPE PIGNA EN RADIO | 
           
          
          
            » "Historias de nuestra historia" 
              Radio Nacional AM 870. 
              El nuevo ciclo de Felipe Pigna en Radio Nacional 'La radio pública'. Todos los domingos a las 13:15  Hs.
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            | Consultar programación | 
           
          
            | 9 DE JULIO | 
           
          
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             En esta entrega de Historias de nuestra   														historia, colección   														pensada escrita y   														dirigida por Felipe   														Pigna, verás el curso de los principales procesos que llevaron al 9 de julio  de 1816.  | 
           
          
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            | MANUEL BELGRANO | 
           
          
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            | Este libro, que contiene algunos de los textos fundamentales de Manuel Belgrano, es el segundo libro de la Biblioteca Emecé Bicentenario dirigida por Felipe Pigna. | 
           
          
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            | Belgrano, el sexto número  de la colección, Editorial Planeta, se consigue en  librerías. Con  guión de Esteban D’Aranno, Julio Leiva y Felipe Pigna, e ilustraciones de Miguel  Scenna. | 
           
          
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            Revista Caras y Caretas 
              Julio de 2012  | 
           
          
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            Efemérides | 
             
          
            | » Las destacadas del mes  | 
             
          
          
            1º de  julio de 1896 
              Se suicida Leandro N. Alem. 
              1º de  julio de 1974 
                Muere en Buenos Aires el general Juan Domingo Perón. 
              3 de julio  de 1767  
                Primera expulsión de los jesuitas de Buenos Aires. 
              3 de julio  de 1933 
                Muere en Buenos Aires el doctor Hipólito Yrigoyen. 
              4 de julio  de 1976  
                Cinco religiosos palotinos son asesinados por un grupo de tareas de la  dictadura militar en la parroquia de San Patricio. 
              5 de julio  de 1861 
                Buenos Aires y la   Confederación rompen nuevamente relaciones. Se inicia así un  nuevo período de guerras civiles. 
              6 de julio  de 1807 
   En su segundo intento de invasión, las tropas inglesas son completamente  derrotadas por las fuerzas al mando de Santiago de Liniers y Martín de Álzaga. 
              7 de julio  de 1963 
                Arturo Umberto Illia, de la   Unión Cívica Radical del Pueblo, gana las elecciones  presidenciales. 
              8 de julio  de 1838 
                Se funda en Buenos Aires la   Asociación de Mayo, institución opositora a Juan Manuel de  Rosas. 
              8 de julio  de 1884 
                Se promulga la Ley  nacional Nº 1420, de educación común, gratuita y obligatoria. 
              9 de julio  de 1816 
                El Congreso General Constituyente reunido en Tucumán declara la Independencia. 
              12 de  julio de 1852 
                Nace en Buenos Aires el doctor Hipólito Yrigoyen. 
              13 de  julio de 1973 
                Renuncia Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación. 
              14 de  julio de 1789 
                Los ciudadanos de París toman la   Bastilla, con lo que comienza la Revolución Francesa. 
              14 de  julio de 1921 
                Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti son encontrados “culpables de asesinato en  primer grado”, crimen cuyo castigo era la silla eléctrica. 
              17 de  julio de 1843  
                Nace en Tucumán el teniente general Julio Argentino Roca. 
              17 de  julio de 1906  
                Muere el doctor Carlos Pellegrini. 
              18 de  julio de 1994  
                Explota una bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Fueron  85 los muertos y más de 300 los heridos. 
              19 de  julio de 1764  
                Nace en Buenos Aires el doctor Juan José Castelli. 
              19 de  julio de 1976 
                Mario Roberto Santucho es asesinado por las fuerzas de seguridad. 
              23 de  julio de 1935  
                El senador Enzo Bordabehere es asesinado en el Senado de la Nación. 
              26 de  julio de 1822 
                Entrevista de Guayaquil, en Ecuador, entre los generales José de San Martín y  Simón Bolívar. 
              26 de  julio de 1890 
                Estalla la Revolución  del Parque contra el gobierno del doctor Miguel Juárez Celman. 
              26 de  julio de 1952  
                Muere en Buenos Aires María Eva Duarte de Perón. 
              28 de  julio de 1821 
                El general José de San Martín proclama la independencia del Perú. 
              29 de  julio 1966 
                La policía reprime a estudiantes y profesores de la Universidad de Buenos  Aires en lo que se conoce como “la noche de los bastones largos”.  | 
           
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            El Rescate | 
           
          
            Esta sección está destinada al  rescate de documentos históricos trascendentes tanto para la investigación  histórica como para el estímulo de la reflexión presente. El material  seleccionado –cartas, artículos, entrevistas– se encuentra en sintonía con  algunas de las más destacadas efemérides del mes.   | 
           
          
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            La asunción de Yrigoyen relatada por el embajador de España | 
           
          
            Hipólito Yrigoyen es uno  de los hombres más influyentes en la   historia del país. El yrigoyenismo, como  el rosismo antes, como el   peronismo después, ha sido considerado uno de los  movimientos populares   más extensos y más profundos en la historia nacional. La  marca del   líder del radicalismo fue la de la creación del primer movimiento de    masas con participación electoral. También, la del fin del régimen   oligárquico  e incluso la de la primera intervención estatal a favor de   los trabajadores en  un conflicto con la patronal. 
              Nacido el 12 de julio de  1852 en una Buenos Aires   vencida en la Batalla de Caseros, hijo de vascos y nieto de un  seguidor   de Rosas ahorcado por sus opositores, Juan Hipólito del Corazón de    Jesús Yrigoyen tuvo en el joven Leandro N. Alem, su tío, el modelo   político a  seguir.  
              Militó con él de muy  chico en el Partido Autonomista   de Adolfo Alsina y, por recomendación suya  también fue nombrado, con   sólo 20 años, Comisario de Balvanera. Lo siguió  también en su ruptura   con el autonomismo, siendo electo diputado provincial,  más tarde   diputado nacional por el roquismo y alejado de la fuerza dominante,    hacia fines de la década de 1880, hizo sus pasos hacia la conformación   de una  nueva fuerza política: la   Unión Cívica, posteriormente, Unión   Cívica Radical. 
              Profesor de colegio,  luego pequeño hacendado, dedicó   sus energías y dinero a la política, aunque no  dejó de tener numerosas e   informales relaciones amorosas, fruto del cual nació  una hija, Elena,   la única reconocida. 
              A partir de 1890,  descreído del régimen existente,   participó activamente de las revoluciones  cívicas, 1890, 1893 y 1905.   Su crecimiento como líder vino de la mano de la  ruptura política con su   tío, quien se suicidaría en 1896. No obstante el  fracaso de las   insurrecciones organizadas, la presión del intransigente  radicalismo y   de las luchas obreras llevaron a la apertura electoral hacia  1912, con   la Ley Sáenz  Peña. Primero fueron los triunfos provinciales y,   finalmente, en 1916, sobrevendría  el gran cambio: por primera vez se   elegía por voto secreto y masculino un  presidente en el país. 
              El primer mandato de “el  peludo” o “el vidente”, duró   hasta 1922. En 1928, con el radicalismo ya  claramente dividido en   personalistas y antipersonalistas, alcanzó su segundo  mandato, que   terminaría abruptamente en 1930, con un golpe militar encabezado  por   José Félix Uriburu. Yrigoyen fue detenido y confinado en la isla Martín    García. Fallecería en Buenos Aires, el 3 de julio de 1933. 
              Recordamos la apoteótica  asunción del líder radical como presidente, aquel 12 de octubre de 1916, con  las palabras de Pablo del Soler y Guardiola,  entonces embajador de  España en el país, aparecidas en el diario La Época.   | 
           
          
            | Fuente: José Landa, Hipólito Yrigoyen  visto por uno de sus médicos, Buenos Aires, Editorial Propulsión, 1958,  336-337. | 
           
          
            A  las dos de la tarde va a jurar ante la asamblea de congresales su   lealtad al  cargo que le toca desempeñar. Lo hace protocolarmente en   todo sentido; no se  aparta del ritual de práctica ni por las palabras   ni por el atuendo, aunque  impresiona su porte solemne y distinguido al   par que noble y bondadoso, al  punto que sus propios enemigos no pueden   menos que rendirse en el aplauso la  sincera anuencia de sus juicios.   Terminado el acto de juramente el Presidente  se dirige a la Casa  de   Gobierno. …el embajador de España en la Argentina, doctor, asistió en   representación de  su patria y que desde las columnas del diario La   Época, describió en esta  forma:  
              “En  mi carrera diplomática he asistido a celebraciones   famosas en diferentes cortes  europeas; he presenciado la ascensión de   un presidente en Francia y de un rey  de Inglaterra; he visto muchos   espectáculos populares extraordinarios por su  número y su entusiasmo.   Pero no recuerdo nada comparable a esa escena magistral  de un   mandatario que se entrega en brazos de su pueblo, conducido entre los    vaivenes de la muchedumbre electrizada, al alto sitial de la primera    magistratura de su patria. 
              Ya  me había impresionado fuertemente el aspecto del   hemiciclo de los diputados,  con sus bancas totalmente ocupadas por los   representantes del pueblo, vestidos  de rigurosa etiqueta,   entremezclados con los embajadores y ministros  extranjeros, cuyos   brillantes uniformes y variadas condecoraciones producían  deslumbrador   efecto, desbordantes los pasillos laterales hasta formar un friso    estupendo de oro, piedras, plumas y metales titilantes; repletas las   galerías  superiores de damas lujosamente ataviadas y de centenares de   hombres suspensos  ante el magnífico espectáculo… 
              Pero  todo ello había de ser pálido ante la realidad de la   plaza inmensa, del océano  humano enloquecido de alegría; del hombre   presidente entregado en cuerpo y alma  a las expresiones de su pueblo,   sin guardias, sin ejército, sin polizontes. 
              Yo  había visto desfiles rígidos, por entre una doble fila   de bayonetas, a  respetable distancia del pueblo, cual si se temiera su   proximidad. 
              Tuve  a manera de un deslumbramiento… ¿Sabes cuál fue mi   impulso, extranjero como soy  en la Argentina?  Correr también,   confundirme entre la muchedumbre, gritar con ella, aproximarme  al nuevo   mandatario y vivarlo, vivarlo en un irreprimible impulso de admiración    surgida desde el fondo de mi alma… 
              En  aquel instante, señores, no se sonrían ustedes, fui un   radical, tan radical  como los que cubrieron durante algunas horas las   grandes arterias de la  metrópoli inmensa…  | 
           
          
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            El Congreso de Tucumán, según Bartolomé Mitre | 
           
          
            Desde  la conformación del primer gobierno patrio, sin injerencia de España, se había  desatado una larga guerra independentista, de la cual muy pocos se animaban a  vaticinar cómo terminaría; no sólo por las dificultades económicas a que había  que hacer frente y la tenaz resistencia por parte de los ejércitos realistas;  también porque no eran pocas las diferencias internas respecto a cómo organizar  el nuevo país, todavía inexistente. Las rivalidades se dirimían en golpes de  mando, encarcelamientos, campañas militares, etc.  
              Aun  así, sin consensos definidos y con grandes turbulencias, el proceso  independentista avanzaba. En 1815, tras la deposición de Alvear como Director  Supremo ocurrida el 15 de abril de 1815, el director interino Ignacio Álvarez  Thomas, envió una circular a las provincias invitándolas a realizar la elección  de diputados para un congreso general que se reuniría en Tucumán. 
               Santa  Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental decidieron no enviar  representantes. Tampoco asistirían diputados de Paraguay y del Alto Perú, con  excepción de Chichas o Potosí, Charcas (Chuquisaca o La Plata) y Mizque o  Cochabamba. 
              Pronto  comenzaron a ser electos en las provincias los diputados que se reunirían en  Tucumán para inaugurar un nuevo congreso constituyente. Entre las instrucciones  que las provincias -no todas- daban a sus diputados, se encontraba la de  “declarar la absoluta independencia de España y de sus reyes”.  
              El  24 de marzo de 1816 fue finalmente inaugurado el Congreso en Tucumán. El  porteño Pedro Medrano fue su presidente provisional y los diputados presentes  juraron defender la religión católica y la integridad territorial de las  Provincias Unidas. Entretanto, el gobierno no podía resolver los problemas  planteados: la propuesta alternativa de Artigas, los planes de San Martín para  reconquistar Chile, los conflictos con Güemes y la invasión portuguesa a la Banda Oriental,  entre otros.  
              Finalmente,  cuando San Martín llamaba a terminar definitivamente con el vínculo colonial,  una comisión de diputados, integrada por Gascón, Sánchez de Bustamante y  Serrano, propuso un temario de tareas conocido como “Plan de materias de  primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del  Soberano Congreso”.  
              El  9 de julio de 1816, el mismo día en que se aprobó el temario, se resolvió  considerar como primer punto el tema de la libertad e independencia de las  Provincias Unidas. Los diputados no tardaron en ponerse de pie y aclamar la Independencia de las  Provincias Unidas de la   América del Sud de la dominación de los reyes de España y su  metrópoli. Diez días más tarde, a propuesta de Medrano, se agregó a la  liberación de España la referente a “toda dominación extranjera”, y el 25 se  adoptó oficialmente la bandera celeste y blanca. 
              A  continuación transcribimos las palabras de Bartolomé Mitre sobre aquel Congreso  “que supo elevarse a la altura de la situación, dando nueva vida a la  revolución y nuevo ser a la   República, por un acto vigoroso, que hará eterno honor a su  memoria mientras el nombre argentino no desaparezca de la tierra”. | 
           
          
            | Fuente: Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la Independencia  argentina; en Belisario Fernández, Guión de la independencia,  Buenos Aires, Ediciones La Obra,  1966, págs. 109-110. | 
           
          
            El Congreso de Tucumán, a cuyo lado iba a  ponerse Belgrano, era la   última esperanza de la revolución: el único poder  revestido de alguna   autoridad moral, que representase hasta cierto punto la  unidad   nacional; una parte de las provincias se había sustraído a la obediencia    del gobierno central, y éste, asediado por las agitaciones de la   capital, y por  las atenciones de la guerra civil, apenas dominaba a   Buenos Aires. En tal  estado estas cosas, la reunión de un congreso era   la última áncora echada en  medio de la tempestad. 
              Aquel Congreso, que debe su celebridad a la  circunstancia de   haber firmado la declaratoria de la independencia de las  Provincias   Unidas del Río de la Plata, representa uno de los más raros  fenómenos   de la historia argentina. Producto del cansancio de los pueblos;    elegido en medio de la indiferencia pública; federal por su composición y    tendencias y unitario por la fuerza de las cosas; revolucionario por   su origen  y reaccionario en sus ideas; dominando moralmente una   situación, sin ser  obedecido por los pueblos que representaba; creando y   ejerciendo directamente  el poder ejecutivo, sin haber dictado una sola   ley positiva en el curso de su  existencia; proclamando la monarquía   cuando fundaba la república; trabajando  interiormente por las   divisiones locales, siendo el único vínculo de la unidad  nacional;   combatido por la anarquía, marchando al acaso, cediendo a veces a las    exigencias descentralizadoras de las provincias, y constituyendo   instintivamente  un poderoso centralismo, este célebre Congreso salvó   sin embargo la  revolución, y tuvo la gloria de poner el sello a la   independencia de la patria.  La Asamblea de 1813 había constituido   esencialmente esa independencia en una  serie de leyes inmortales, y el   Congreso de Tucumán al declararla solemnemente,  no hizo sino proclamar   un hecho consumado, y dictar la única ley que en aquella  circunstancia   podía ser obedecida por los pueblos. 
              Arreglado este punto capital, el Congreso  formuló a la   manera de tesis o problemas por resolver, el programa de sus  trabajos   legislativos, convocando a todos los ciudadanos a una especie de    certamen político. Este programa comprendía el deslinde de las   facultades del  Congreso; la discusión sobre la declaración solemne de   la independencia política  de las Provincias Unidas; los pactos   generales de las provincias y pueblos de  la Unión como preliminares de   la Constitución; la adopción de la más  conveniente forma de gobierno;   la Constitución adaptable a esta forma; el plan  de arbitrios   permanentes para sostener la lucha; el arreglo del sistema militar  y de   la marina; la reforma económica y administrativa; la creación de nuevos    establecimientos útiles; el arreglo de la justicia; la demarcación del    territorio; el repartimiento de las tierras baldías, y la revisión   general de  todo lo estatuido por la anterior Asamblea o por el Poder   Ejecutivo, ya fuese  en forma de leyes o de reglamentos. 
              En medio de tantas facultades, el Congreso  supo elevarse a   la altura de la situación, dando nueva vida a la revolución y nuevo    ser a la República, por un acto vigoroso, que hará eterno honor a su   memoria  mientras el nombre argentino no desaparezca de la tierra; el   acto que  aconsejaba la misma prudencia, porque era lo único que el   Congreso podía  mandar, por ser lo único que los pueblos estaban   dispuestos a obedecer. Tal fue  la declaratoria de la independencia. [leer más]  | 
           
          
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            Carlos Pellegrini, crítico del régimen político restrictivo | 
           
          
            Carlos Pellegrini, el  precursor de las ideas industrialistas en   Argentina y el presidente que tuvo  que afrontar la crisis de 1890,   nació en Buenos Aires el 11 de octubre de 1846,  durante los últimos   años del período rosista. Hijo de un ingeniero italiano,  Pellegrini   aprendió a leer y a escribir –incluso en francés e inglés- en su  casa.   Tanto aprendizaje de idiomas hizo que años más tarde fuera conocido –por    su particular acento- como "el gringo". 
              Soldado de la Guerra del Paraguay y  periodista de La Prensa,   pudo finalizar sus estudios de leyes con  una tesis dedicada al   “derecho electoral”. Crítico del régimen político  censitario, trabajó   todavía joven en la Subsecretaría del  Ministerio de Hacienda y, años   más tarde, ya conectado al Partido Autonomista  de Adolfo Alsina,   ingresó a la legislatura bonaerense y, poco después, en 1873,  resultó   electo diputado nacional. Tan destacada era su oratoria que el diputado    José Manuel Estrada llegó a decir a un colega: “si usted no me   entiende, le  pediré al diputado Pellegrini que se lo aclare como él   solo sabe hacerlo". 
              Ocupó el Ministerio de  Guerra durante la presidencia   de Avellaneda, debiendo enfrentar en 1880 la  rebelión autonomista de   Carlos Tejedor. Luego fue senador nacional e impulsor  del proyecto del   puerto ideado por el ingeniero Madero. No dejó nunca de  pensarse parte   de una elite dirigente destacada, para la cual fundó –junto a  viejos   amigos- el Jockey Club. 
              Elegido vicepresidente  en 1886, debió hacerse cargo de   la presidencia cuando Miguel Juárez Celman  salió eyectado de la   primera magistratura en 1890. Habiendo logrado los  créditos suficientes   para afrontar los pagos externos, Pellegrini intentó  normalizar la   crítica situación monetaria y financiera a través de la creación  de la   Caja de  Conversión y del Banco de la Nación Argentina. Con apenas 46   años, cumplió su  mandato el 12 de octubre de 1892 y recién tres años   más tarde regresó al ruedo  político, al resultar electo senador   nacional. 
              En un país  crecientemente industrializado, con una   clase obrera cada vez más activa y una  población urbana en ascenso,   pero restringida en sus derechos políticos,  Pellegrini se destacaba   como un hombre del régimen oligárquico con ideas  reformistas.   Consideraba que la reforma electoral era una necesidad  impostergable, y   así lo manifestó en repetidas ocasiones. En 1906, fue electo  diputado   pero al poco tiempo cayó gravemente enfermo y tras un mes de lenta    agonía falleció el 17 de julio de ese año. 
              Recordamos las palabras que pronunciara en marzo de   1906 ante el  Congreso de la Nación,  poco antes de su fallecimiento,   donde criticaba sin ambages el régimen político  imperante, del que   decía no era “ni representativo ni republicano ni federal”,  aludiendo   al fraude, a la falta de independencia de los cuerpos legislativos y al    uso generoso de la intervención a las provincias por parte del Poder   Ejecutivo.  
              También se refería a la necesidad de votar   favorablemente la  amnistía para los radicales, quienes liderados por   Hipólito Yrigoyen, se habían  levantado el 4 de febrero de 1905. Se   preguntaba en aquella oportunidad: “¿Qué es lo que diremos al   pueblo que protesta y reclama? No sé si  acaso lo colocamos en la   terrible disyuntiva de ser sometido o rebelarse”. 
              Esta postura reformista,  impulsada también por otros miembros de la elite gobernante, conscientes de que la prosperidad alcanzada podía peligrar de no  atenderse los reclamos de la oposición,    como José Figueroa Alcorta y Roque Sáenz Peña, terminaría por   corporizarse en  febrero de 1912 con la sanción de la   Ley 8.871, conocida como Ley  Sáenz Peña, que estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio y el  sistema de lista incompleta.    | 
           
          
            | Fuente: José Landa, Hipólito Yrigoyen  visto por uno de sus médicos, Buenos Aires, Editorial Propulsión, 1958,  págs. 314-315. | 
           
          
            Tenemos  una nación independiente, libre, orgánica y vivimos en paz;   pero nos falta algo  esencial: ignoramos las prácticas y los hábitos de   un pueblo libre y nuestras  instituciones escritas son sólo una promesa o   una esperanza. El artículo 10 de la Constitución dice que  la   República  adopta la forma de gobierno representativa, republicana y    federal, y la verdad real y efectiva es que  nuestro régimen en el hecho   no es representativo ni es republicano ni es  federal. 
              No es representativo porque las  prácticas   viciosas, que han ido aumentando día a día, han llevado a los    gobernantes a constituirse en los grandes electores, a substituir al   pueblo en  sus derechos políticos y electorales, y este régimen   se ha generalizado de tal manera, ha  penetrado ya de tal modo en   nuestros hábitos, que ni siquiera nos extraña, ni  nos sorprende; hoy,   si alguien pretende el honor de representar a sus ciudadanos,  es inútil   que se empeñe en conquistar méritos y títulos; lo único que necesita    conquistar es la protección o voluntad del mandatario. 
              No es republicano porque los cuerpos  legislativos   formados bajo este régimen personal no tienen la independencia que  el   sistema republicano exige;  son simples instrumentos manejados por sus manos creadoras. 
              No es federal porque presenciamos a  diario cómo las autonomías de las provincias han quedado suprimidas. Acaso necesito recordar a  esta Cámara un ejemplo clásico, que todos hemos presenciado en esta capital  hace apenas unos meses. 
              Algo  se discutía en las antesalas de la Presidencia –época   de F. Alcorta- y en los  conciliábulos de los ministerios en la Capital   Federal; ¿qué? La  gobernación de una provincia. Surgían candidatos un   día y eran vetados al día  siguiente para ser reemplazados por nuevos…, y   la prensa daba diariamente la  alternativa de la discusión y de la   lucha...; y allá, allá había un pueblo que  veía jugarse aquí su destino   y elegirle un gobernador sin que tuviera derecho  de hablar, ni de   protestar, recordando, tal vez, en medio de su grandeza  presente, otra   época de pobreza, en que hubiera saltado como una pantera  herida, si un   núcleo de porteños hubiera pretendido en esta ciudad de Buenos  aires   imponer un gobernador a la provincia de Santa Fe. 
              Cuando reprochábamos la revolución  política,   cuando combatíamos la anarquía, muchos revolucionarios bien    intencionados nos decían: “Cuando se cierran todas las puertas, cuando   se  desoyen todas las reclamaciones, cuando nos vemos privados de todas   nuestras  libertades, cuando no tenemos a quien recurrir ¿qué se hace?,   ¿cuál es la  situación que se le crea para un ciudadano?” Nos   era difícil contestar, pues la  verdad es que con elecciones como ésta y   con despachos como el de la comisión,  ¿cuál es la situación que se   crea? ¿Qué  es lo que diremos al pueblo que protesta y reclama?   No sé si acaso lo colocamos  en la terrible disyuntiva de ser sometido o   rebelarse. 
              Y  bien, señor presidente, lo que el país entero expone en estos momentos es un  gran anhelo de paz y de orden. 
              Yo  digo: ¿No estamos conspirando contra ese anhelo   nacional, no estamos atentando  contra la paz pública, si cerramos los   ojos y nos tapamos los oídos para no ver  ni oír, hasta poder aceptar el   hecho consumado por escandaloso y fraudulento  que sea? ¿Y en nombre de qué? En nombre  de la solidaridad del fraude…. 
              Mañana vendrá a esta Cámara una ley  de perdón –la   amnistía de los revolucionarios del 4 de febrero de 1905-;  nosotros la   vamos a discutir y la vamos a votar, y si alguno de los amnistiados  nos   pregunta: ¿Quién perdona a quién? ¿Es el victimario a la víctima o la    víctima al victimario? ¿Es el que usurpa los derechos del pueblo o es el   pueblo  que se levanta en su defensa?... ¿Cuál sería la autoridad que   podríamos invocar  para dar estas leyes de perdón, para hacer estos   actos de magnanimidad y de  generosidad? ¿Y quién nos perdona a   nosotros? 
              Mañana  acudirá aquí el señor Presidente de la República y   desde esa alta tribuna proclamará  ante la faz del país su programa de   paz y de reacción institucional, el mismo  que nosotros defendemos. Y si   alguien se levanta en este momento y pregunta. ¿Y  de qué manera se va a   realizar ese programa? ¿Es acaso cobijando todas las  oligarquías y   aprobando todos los fraudes y todas las violencias, es acaso    arrebatando al pueblo los derechos y cerrando las puertas a toda   reclamación? 
              Se  asegura que la mayoría de esta Cámara es ministerial.   Creo que lo es y me  felicito que lo sea, porque así facilitará la tarea   de los poderes públicos.  Pero entonces pregunto yo a esa mayoría: ¿Qué   es lo que entiende por prestar su  apoyo político al presidente de la     República? ¿Acaso ir a recibir órdenes a la    Casa Rosada para   determinar su actuación en  la Cámara? 
              No;  ésas son las viejas prácticas humillantes. No; ésas   son las tradiciones y las  costumbres del incondicionalismo que no   coexisten con la independencia de los  poderes, ni se concilian con su   dignidad.   | 
           
          
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            Los últimos días de Evita, por Felipe Pigna | 
           
          
            Eva Perón supo despertar un fanatismo  desenfrenado entre los   humildes, que llegaba en ocasiones a la devoción más profunda.  Quizá en   la misma proporción, pero en sentido inverso, Evita fue el blanco de   las  peores reacciones de una buena parte de la sociedad argentina. Ella   era  intempestiva, pasional, luchadora, y los odios que generó fueron   de igual  intensidad. No sólo de las clases dominantes, de los   vituperados “oligarcas”.  También de amplios sectores medios e incluso   de intelectuales de izquierda y  progresistas. “Viva el cáncer”, llegó a   leerse en algunos muros de la ciudad  porteña. Milcíades Peña habló del   “bonapartismo en faldas” y creyó a esta  “artista de radioteatro y cine   poco cotizada y muy de segundo plano” un  producto de “las necesidades,   ansiedades y fantasías de la gente pobre”. 
              Pero entonces, ¿por qué tanto odio?  Nacida en Los   Toldos, en el noroeste bonaerense, un 7 de mayo de 1919, Eva  María   Ibarguren, fue hija ilegítima del estanciero y conservador Juan Duarte y    de la puestera Juana Ibarguren. Esa misma circunstancia le dio un   primer motivo  de lucha. Luego de la muerte de su padre, la familia se   quedó sin sustento. Más  tarde, se trasladaría a Junín, cuando Eva tenía   ya 11 años, donde pronto  descubriría su vocación de actriz. 
              Con 15 años, finalmente, llegó a la  capital, para   triunfar en la actuación. Era 1935, plena década infame y ola  creciente   de migrantes internos hacia Buenos Aires. Eva logró intervenir,  aunque   de forma secundaria, en importantes obras teatrales, siendo destacada    por la prensa en algunas oportunidades. Películas, radioteatros, hasta   tapas de  revista, le permitieron crecer rápidamente en la dirección   soñada. Por fin,  también consiguió tener un buen pasar, lo que no le   impidió iniciar su  militancia social, participando de la creación del   primer sindicato de trabajadores  de radio. 
              Al poco tiempo, Eva conoció a Perón.  Tenía 24 años y   él, ya teniente general y hombre fundamental de la Revolución de 1943,   casi 50.  Vivían juntos cuando sucedió el 17 de octubre y de inmediato   se casaron.  Entonces sí, con Perón fortalecido en el poder estatal, Eva   lo acompañó,  logrando rápidamente un protagonismo. 
              Los derechos políticos de las mujeres,  la creación   del partido peronista femenino, la fundación de ayuda social, los    estrechos vínculos con los sindicatos y una intransigente defensa de   Perón  frente a “oligarcas”, “cipayos” y el “imperialismo”, marcaron los   más de seis  años que la tuvieron en la primera escena nacional.  
              Evita falleció por un cáncer de cuello  uterino, el 26   de julio de 1952. Con tan sólo 33 años, se había convertido en  la mujer   más influyente del país. Su cuerpo, llorado durante días por una    multitud, también fue robado, ultrajado y ocultado, durante casi dos   décadas. 
              ¿Por qué esta joven mujer se había  ganado el odio de   un importante sector de la sociedad? Hace unos años, Eduardo  Galeano   ensayó una respuesta: “La odiaban los biencomidos: por pobre, por    mujer, por insolente. Ella los desafiaba  hablando y los ofendía   viviendo. Nacida para  sirvienta (...) Evita se había salido de su   lugar”.  
                En esta oportunidad, la recordamos con un fragmento del libro Evita. Jirones de su vida, de Felipe Pigna,  donde el autor repasa los últimos momentos en la vida de Eva Perón.  | 
           
          
            | Fuente: Felipe Pigna, Evita. Jirones de su vida, Buenos Aires, Planeta, 2012, págs. 318-325.  | 
           
          
            En  el país, dividido entre peronistas y “contreras”, la idea de que   el fin de  Evita estaba cercano iba ganando terreno, aunque no se   publicaran noticias  inquietantes sobre su salud. Una expresión de esto   era lo que Atilio Renzi, con  disgusto, llamaba “una verdadera   competencia entre altos funcionarios para  congraciarse con la enferma”. Los artículos que publicaba el diario Democracia eran cada vez más laudatorios, al igual que los comentarios de la prensa  peronista sobre La razón de mi vida.    El 25 de junio, el gobierno bonaerense estableció que el libro fuese   texto  oficial de las escuelas, en la materia de Educación Cívica. El 17   de julio, una  ley del Congreso lo convirtió en texto obligatorio en   todos los  establecimientos de enseñanza dependientes del Estado   nacional. 
              En esos meses, bustos  de Evita comenzaron a adornar   reparticiones públicas. Anticipándose a lo que  ocurriría después con La   Plata,  la ciudad de Quilmes adoptó un nuevo nombre: Eva Perón. A   mediados de junio, el  diputado Héctor Cámpora presentó un proyecto de   ley para condecorar a Evita con  el collar de la Orden  del Libertador   General San Martín, que fue aprobado dos días después. 
              Pero entre sus  descamisados, en lugar de homenajes, había   un fervor religioso que rogaba por  su restablecimiento. Altares y   capillas improvisadas se levantaban en todo el  país para rezar por su   salud. Atilio Renzi, testigo de primera mano de esos  días, recordaba: 
                Cuando la señora se empeoró,  muchos viajaron al   interior en busca de manosantas, brujas y hechiceros.  Llegaba gente   desde muy lejos para rezar en los jardines de la residencia. A la    custodia le enviaban permanentemente para su archivo, amuletos, piedras    milagrosas y estampitas con propiedades curativas… Era gente del   pueblo. Algo  de no creer. Se evitó siempre decir que Evita estaba muy   mal, para no traer  inquietud a la gente. Se trataba de evitar las   aglomeraciones frente a las  verjas de la residencia. Muchas personas   tenían ataques de desesperación y de  locura. Era algo impresionante. El   día que fue el padre Benítez a darle la  extremaunción, en plena   lluvia, la gente se arrodillaba a rezar en la calle.  Hasta las   habitaciones llegaba el murmullo de las oraciones. Yo pensaba que    muchos se iban a agarrar una pulmonía. 
              El 20 de julio, la CGT se hizo eco de lo que  venía   ocurriendo y organizó una misa en el Obelisco. La concurrencia, estimada    en un millón de personas, se congregó bajo una llovizna fría en torno a   un gran altar levantado para la  ocasión, donde ofició el sacerdote y   diputado peronista Virgilio Filippo. El  confesor de Eva, el padre   Benítez, tenía una difícil misión en el transcurso de  esa misa. A   Perón, que “tenía la obsesión de que Evita iba a morir en ese  momento”,  
                se le ocurrió poner un  teléfono directo hasta la cabina   donde yo estaba, que era un enredijo de cables  y chispas. Habíamos   quedado en que si él me llamaba, era porque había muerto,  para que yo   preparase a la gente y dijese claramente: “Ha muerto Eva Perón”. Yo    temblaba de tener que decir eso. De repente, suena el teléfono. Se me   escapó:  “Murió”. Era el General y me dice: “Ella ha querido oír la   misa. Está muy bien.  Pero el que está mal soy yo, estoy llorando de   emoción. Quisiera morirme antes  que ella”. 
              Un ambiente de  desolación y tristeza comenzaba a invadir   los barrios populares, mientras manos  anónimas pintaban sobre una pared   “Viva el cáncer”. Eran manos que venían de  otros barrios donde le   deseaban larga vida al cáncer y corta vida a su odiada  enemiga.  
              Los últimos días de Evita 
              El testimonio de  Olga Viglioglia de Torres da cuenta de que, hasta último momento, Evita no daba  el brazo a torcer: 
                vi a Evita por última vez,  cuando llamó a un grupo de   mujeres porque quería que nos metiéramos en  política, pero eso no era   para mí. Eso fue el 12 de julio, ella murió el 26.  Unos días antes me   había recibido a solas. Estaba muy débil pero igual seguía  trabajando.   En eso llegó Perón, que no quería que ella se agitara. Se armaba un    revuelo bárbaro en la residencia cuando llegaba el general. Entonces me   dijo:  “Metete en el baño y dejá la puerta entornada para que crea que   no hay nadie…”  Y el general subía apurado las escaleras y preguntaba:   “¿Cómo está Eva… cómo  está Eva…?” Y la besaba mucho, la abrazaba. Por   eso cuando dicen que no la  quería… Dos días después de eso recibió a un   grupo de mujeres. Allí la vi ya  muy mal. Nos habló a todas. Nos dijo:   “Cuando yo ya no esté, traten de seguir  con la política de Perón”, pero   pocas la escuchaban: todas estábamos llorando. 
              Su salud seguía  empeorando y para mejorar su atención, se   preparó como si fuera una habitación  de hospital el cuarto de vestir de   Perón. Allí estaban la cama de Evita y la de  su enfermera.  
              Perón recordaba así  aquellos días finales:  
                Aquellos días de cama fueron  el infierno para Evita.   Estaba reducida sólo a piel, a través de la cual se  percibía ya el   blancor de los huesos. Sólo los ojos parecían vivos y  elocuentes. Se   posaban sobre todas las cosas, interrogaban a todos; a veces  estaban   serenos, a veces me parecían desesperados. Las fuerzas la habían    abandonado. Cuando sintió cercano su fin, quiso escribirme una carta que   yo  conservo todavía entre las pocas cosas que representan mi mundo de   ahora y mi  fortuna de siempre. La dictó a una secretaria, después   agregó algo ella misma  con una caligrafía vaga y trémula. [...]. [leer más]  | 
           
          
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            Hallan objetos de los siglos XVII y XVIII en la casa que habitó el virrey Liniers | 
           
          
            Debajo  del piso de la casona que ocupó el virrey Liniers tras las Invasiones Inglesas,  un grupo de arqueólogos e historiadores halló miles de piezas de la vida  cotidiana de Buenos Aires de los siglos XVII y XVIII. Se trata de fragmentos de  tinajas, tejas, una tijera despabiladora de bronce, cascabeles, el pico de una  botija de aceite de oliva, un plato de mayólica portuguesa, datado entre 1600 y  1650, una moneda de plata de  Potosí y amuletos para curar el mal de ojo, de origen africano, entre otros  objetos. Ubicada en Venezuela 469, en pleno Casco Histórico, la casa es hoy  sede de la Dirección   General de Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad, dependiente del  Ministerio de Cultura porteño. Ahí funciona un laboratorio de arqueología  urbana, donde se recuperan los objetos hallados en las diversas excavaciones de  la ciudad de Buenos Aires. Todos los objetos hallados, las excavaciones y el  tesoro hallado en el Galeón de Puerto Madero serán exhibidas en Venezuela 469.   | 
           
          
            | Fuente: info; info | 
           
          
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            Denunciaron un nuevo intento de profanación de la tumba de Carlos Gardel | 
           
          
            Enrique  Espina Rawson, presidente del Centro de Estudios Gardelianos (CEG), denunció  que intentaron forzar el candado que cierra la bóveda donde descansan los  restos de Carlos Gardel, en el cementerio porteño de la Chacarita. El 15 de junio  pasado, al acercarse al mausoleo, descubrió que el candado de la bóveda tenía  adentro una llave rota. Espina Rawson se refirió a dos posibles móviles detrás  del intento de profanación: el robo de las placas de bronce que se encuentran  adentro de la bóveda o la tentativa de realizar un examen de ADN para establecer  la nacionalidad del Zorzal criollo. En el Centro de Estudios Gardelianos evalúan  pedirle al Gobierno de la   Ciudad que instale cámaras de seguridad alrededor del  mausoleo ya que se trataría del segundo intento de profanación en menos de un  año. La última vez fue en diciembre pasado.  | 
           
          
            | Fuente: info | 
           
          
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            Encuentran el teatro donde Shakespeare estrenó Romeo y Julieta | 
           
          
            El Museo de Arqueología de Londres comunicó el hallazgo de los restos  del teatro “The Curtain” (El Telón), inaugurado en 1577, donde William  Shakespeare habría estrenado obras como Romeo  y Julieta, Enrique V y Sueño de una noche de verano.  "The Curtain" fue la sede de la compañía de  Shakespeare, "The Lord Chamberlains Men", desde 1577 a 1597. Según cuenta la  leyenda, el actor y director del teatro, James Burbahe, lo desmanteló de la  noche a la mañana por un problema con el propietario del edificio y fundó  "The Globe", donde se representaron la mayoría de las obras de  Shakespeare. Los restos de “The Curtain” fueron hallados mientras se realizaban  trabajos de regeneración en una calle del barrio Shoreditch, en Londres, a tres  metros de profundidad y "en muy buen estado de conservación". A pocos  metros de ahí, en 2008 se encontró el teatro “The Theatre”, en el que  Shakespeare debutó como actor y donde se representaron sus primeras obras.   | 
           
          
            | Fuente: info | 
           
          
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            Peligra la Fontana di Trevi, uno de los íconos de Roma | 
           
          
            La  preocupación por el estado de la mayor de las fuentes barrocas de Roma, con  cuarenta metros de frente, se agravó a principios de junio luego de que se  desprendieran algunos fragmentos de la monumental estructura, lo que obligó a  acordonar parte del área donde se encuentra el monumento. Según el superintendente  de bienes culturales de Roma, Umberto Broccoli, el deterioro se debe a las  lluvias y a la nieve del invierno pasado, que complicaron su mantenimiento. El  emblemático monumento quedó inmortalizado en la legendaria escena de La dolce vita en la que Anita Ekberg se  baña en la fuente invitando a Marcello Mastroianni a hacer lo mismo. Ante la  crisis económica que atraviesa Italia, el ayuntamiento de Roma salió a buscar un patrocinador que  aporte los fondos para arreglarla, como hizo con el Coliseo cuya restauración será costeada por una  entidad privada, la casa de calzado italiana Tod's, que destinará 25 millones  de euros para su restauración a cambio del derecho exclusivo para usar la  imagen del monumento durante 15 años.   | 
           
          
            | Fuente: info | 
           
          
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            La "loba capitolina", símbolo de la fundación de Roma, es de la Edad Media y no etrusca | 
           
          
            El Ayuntamiento de Roma anunció que la estatua de "Luperca" -como  también se conoce a la loba que amamantó a Rómulo y Remo y que representa la  leyenda mitológica de la fundación de Roma- es 1.700 años más joven de lo que  se creía. Según los investigadores, su realización se sitúa entre el siglo XI y  XII y no en el siglo V a C., como se creía. Según la mitología romana, cuando  el rey Amulio mandó a matar a todos los que pudieran ser sus herederos, la  madre de Rómulo y Remo les arrojó al río Tíber en una cesta para intentar  salvarlos, pero una loba los recogió y los crió. Se trata de una figura en  bronce, de 75   centímetros de altura, y a la que posteriormente, se le  añadieron las esculturas de los niños Rómulo y Remo siendo amamantados.   | 
           
          
            | Fuente: info | 
           
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            Difusión | 
           
          
            Muestras | 
           
          
            
              - Muchas       voces, una historia. Argentina 1810-2010, una       exposición permanente de la        Casa del Bicentenario, que a través de una       video-instalación, recorre la historia del país con imágenes y sonidos,       intentando dar cuenta de las complejidades y ambigüedades del relato       histórico, expresando la pluralidad de voces y perspectivas de la       sociedad. Lugar: Riobamba 985; horarios: de martes a domingo y feriados de       14.00 a       21.00 hs. Ingreso permitido hasta 30 minutos antes del cierre. Entrada       libre. (info)* 
 
             
              
                - Los       porteños vuelven a jugar y a divertirse con los juguetes de ayer. Muestra de los juguetes de la colección del Museo de la Ciudad. En el       museo se podrán ver desde un auto de lata, trenes eléctricos, una       colección de soldaditos de plomo hasta diminutas máquinas de coser       fabricadas entre 1915 y 1960. Lugar: Defensa 219 / 223; horarios: lunes a       domingo y feriados de 11 a       19 hs. Sábados, domingos y feriados de 15 a 19 hs. Entrada       general: $1. Miércoles, gratis. Tel. : 4343-2123 / 4331-9855 (info)* 
 
               
              
                - Museo       Histórico Nacional. Se exhiben excelentes       grabados, litografías, cuadros, imágenes religiosas y esculturas;       banderas, estandartes, armas y uniformes de las guerras de la Independencia;       muebles, relojes, partituras, instrumentos musicales y vajillas de las       familias tradicionales del siglo XIX; recuerdos de la celebración del       Centenario de la        Revolución de Mayo, relicarios y miniaturas,       daguerrotipos, fotos y tarjetas postales; aperos, ponchos, objetos de       plata y prendas gauchas. Entre sus colecciones pictóricas resaltan los       cuadros de José Gil de Castro; las pinturas de Cándido López, un valioso       testimonio de la Guerra       del Paraguay (1865-1870). También cuentan con los pianos y los forte       pianos de la familia Escalada, de María Sánchez de Thompson y de Eduarda       Mansilla. En el Museo puede visitarse la reproducción del dormitorio de       José de San Martín en Boulogne-Sur-Mer (Francia), ambientado con objetos       originales de acuerdo al bosquejo enviado por su nieta Josefa Balcarce. El       archivo personal de Adolfo Carranza está abierto para los investigadores.       Una valiosa biblioteca de alrededor de quince mil volúmenes, dedicada       principalmente a la historia argentina y americana, puede ser consultada       por el público general. Horario: 
 
                  De miércoles a domingo, de 11        a 18 hs. Los docentes que deseen visitar el Museo       con sus alumnos deben enviar un correo electrónico a educacion@mhn.gov.ar. Dirección:       Defensa 1600. Informes 4307-1182. (info)* 
               
              
                - Museo       Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. El museo cuenta con modernos sistemas interactivos de       comunicación que favorecen la participación del público. Se puede acceder       al balcón principal del edificio y visitar todas sus salas además de ver       sus históricos túneles, a través de una cámara subterránea. cuenta con dos       pantallas que les permiten a los visitantes interactuar con la imagen del       famoso cuadro del 22 de mayo y con un mapa con los puntos geográficos más       importantes de la ciudad en los febriles días de la Revolución de       Mayo. Dirección: Bolívar 65. Tel.: 4342-6729 y 4334-1782. Visitas guiadas:       Miércoles y jueves a las 15.30; Viernes a las 15.30 (gratis); Sábados,       domingos y feriados a las 12.30, 14 (gratis) y 15.30. Las visitas pagas       incluyen un recorrido virtual en tiempo real de las construcciones       subterráneas del Patio del Museo. Los establecimientos educativos deben       solicitar turno a visitascabildo@cultura.gov.ar.       Dirección: Bolívar 65. Informes: 4342-6729 y 4334-1782. (info)* 
 
               
              
                - Museo       de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco. En su colección permanente se encuentra el patrimonio público de       platería colonial sudamericana más importante de Iberoamérica. Su       pinacoteca abarca desde la época colonial hasta el período independiente.       También exhibe piezas de mobiliario de los S. XVIII y S. XIX, documentos,       libros, ornamentos religiosos, grabados, cerámica, indumentaria civil y       accesorios femeninos. El edificio, conocido como Palacio Noel, es un       excelente exponente del movimiento neocolonial y posee hermosos jardines       de inspiración española. Más información en info.       Dirección: Suipacha 1422. Tel.: 4327- 0228. Horario: martes a viernes de 14 a 19 hs. Sábados,       domingos y feriados de 12        a 19 hs. Lunes cerrado. Entrada general $1.* 
 
               
              
                - El       Museo Nacional de la        Historia del Traje, expone un  recorrido por las diversas piezas de indumentaria. En sus salas se pueden ver  colecciones como  la moda desde 1850-1915;  la moda en los años 20;  trajes de baño (1890-1950); los 50's  "Juventud y Rebeldía"; los 80's  "Extravagantes y Glamorosos"; la moda infantil desde 1860 a 1960, etc. Dirección: Chile 832.  Horarios: de martes a domingo de 15   a 19 hs. Visitas guiadas: sábados y domingos a las 17:00  hs. Informes: 4343-8427. (info)* 
 
               
              
                - Museo       Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra,       Sala Ricardo Zemboraín: Colección de platería urbana del Siglo XIX. Sala       tertulias: Mobiliario, iconografía y artes decorativas correspondientes a       la 1ª y 2ª mitad del Siglo XIX. Sala independencia: Testimonios del       proceso que se inicia con la Invasiones Inglesas,       la Revolución       de Mayo y la Independencia Sudamericana. Confederación       argentina: Aspectos políticos, sociales, y económicos de los gobiernos de       Juan Manuel de Rosas. Lujos y vanidades femeninas del siglo XIX:       Peinetones, alhajas, relojes, abanicos y otros accesorios de la moda       femenina. Sala Leonie Matthis: La plaza de Mayo desde la fundación hasta       el fin del Siglo XIX a través de las aguadas de la pintora francesa. Sala       moda: Vestimenta masculina y femenina del Siglo XVIII y XIX. Emisiones,       inflación y convertibilidad: La Economía Argentina       a través de sus diferentes monedas. Sala de armas: Colección de armas de       fuego y armas blancas. Sala Keen: Platería rural. Dirección: Crisólogo       Larralde 6309. Horario: Martes a viernes de 9 a 18 hs. Sábados,       domingos y feriados de 10        a 20 hs. Tel: 4572-0746 / 4574-1328. Lugar: Visitas       guiadas: sábados, domingos y feriados, 17 hs. (info)*
 
               
              
                - Música en  Argentina. 200 años. Una mirada retrospectiva sobre las prácticas musicales  de los argentinos, desde los pueblos originarios hasta la actualidad. La  muestra da cuenta de la evolución y de los rasgos particulares de cada género  musical, en el marco de un relato que despliega los procesos sociales,  políticos y culturales que los acompañaron. Fotografías, archivos sonoros,  audiovisuales, objetos, instrumentos, partituras originales, publicaciones  específicas y obras de artistas visuales forman parte del recorrido que acerca  a los visitantes un panorama amplio de la música en la Argentina, en el que se  desarrollan distintos géneros como el folklore, el tango, la cumbia, la música  académica y el rock, así como la música durante la colonia, la última  dictadura, o la música de los pueblos originarios. Casa del Bicentenario.  Dirección: Riobamba 985. Tel.: 4813-0301. Martes a domingos y feriados de 15 a 21 hs. Visitas guiadas: sábados 16:30 hs. (info)*
 
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            Cine | 
           
          
            
              -  La  revolución es un sueño eterno, una película dirigida por Nemesio Juárez. Relato centrado en la vida de Juan José Castelli, el menos conocido de  los revolucionarios de Mayo de 1810. Confluyen los momentos claves de su vida y  los sucesos históricos en los que tuvo un rol decisivo. El Cabildo Abierto del  22 de Mayo, la jura del 25, el fusilamiento de Liniers y el de los jefes  realistas en la campaña del Ejército Expedicionario del Norte que él mismo  condujo; su arenga a los pueblos originarios ante la Puerta del Sol de Tiahuanaco,  el Plan de Operaciones diseñado por Moreno y el juicio espurio al que fue  sometido luego de la derrota en Huaqui o Desaguadero. Actúan: Luis Machín, Manuel Vicente, Adrián Navarro, Juan Palomino, Lito Cruz, Ingrid Pellicori y Mónica Galán. Lugar:  INCA Km 1400. Zapala, Neuquén. Av. San Martín 281Tel.: 02920-46-3190. Horarios:  21.30. (info)*
 
               
              
                - Memoria visual de Buenos Aires, una       realización de Graciela Raponi y Alberto Boselli. Se trata de proyectos       audiovisuales que recorren los procesos de gestación y transformación de       la ciudad desde su origen hasta el presente. Fundada en 1580 por       hispano-guaraníes en la costa del Río de la Plata, la actual       Capital de la        República Argentina tuvo un débil impacto sobre el medio       natural en sus primeros tres siglos de existencia. Pero en los últimos       ciento treinta años inició un formidable desarrollo urbano que en pocas       décadas convirtió a esa “gran aldea” en una de las metrópolis portuarias       más importantes de Sudamérica y del mundo. Los archivos de fotografía       urbana y de los demás documentos icónicos, desde los dibujados       artesanalmente como la cartografía, hasta los registrados en soporte       fílmico, digital, etc., proveen los eslabones para reconstruir ese       itinerario en el tiempo. Casa del Bicentenario. Riobamba 985; horarios: de       martes a domingos y feriados de 15 a 21 hs. También pueden verse en (info)*
 
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            Videos | 
           
          
            
              - A través del sitio www.conectate.gov.ar puede accederse a la descarga de documentales de televisión abierta emitidos por el Canal Encuentro. Se encuentran, entre otros, Ilustrados, Revolucionarios, Unitarios, Federales, Generación del 37, Sarmiento y Alberdi, Generación del 80; historia de los partidos políticos; presidentes argentinos, de Bernardino Rivadavia a F. de la Rúa; El Mosquito. Historia de Humor gráfico y político, capítulos 1-6; Jesuitas en Córdoba; Bio.ar II, biografías de hombres y mujeres vinculados con la vida política, social y cultural de la Argentina; Historia del petróleo argentino.
 
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            Teatro | 
           
          
            
              - El       secuestro de Isabelita, una obra de Daniel       Dalmaroni sobre el mundo de la guerrilla urbana de los años setenta.       Actúan: Ivana Averta, Mariano Bicain, Gastón Courtade, Gabriel Kipen, Sonia Martínez y Juan Mendoza Zélis.       Lugar: Teatro del Pueblo. Roque Sáenz Peña 943, Capital Federal. Horario:       domingos a las 20:00. Tel. 4326-3606. (info)* 
 
             
              
                - Secretos de dos casas con  historia. Del virrey a los libros, un recorrido fantástico  por dos Siglos, de Marisé Monteiro. La obra se presentará  hasta el 30 de octubre, en la legendaria casa del virrey Liniers, que será el  escenario de un recorrido  teatralizado por dos siglos de historia. Los visitantes emprenderán un viaje al  pasado y descubrirán las costumbres en los tiempos de la colonia. Participarán  de las invasiones inglesas. Serán testigos de la rendición de Beresford,  de la promulgación de la Ley Sáenz Peña y de lo ocurrido en lo que fuera la  sede de la Editorial Estrada. Para niños mayores de 6 años. Lugar: Casa de  Liniers. Dirección: Bolívar 466. Funciones: sábados y domingos 15:30. Valor de  la entrada $20. info* 
 
               
              
                - La Historia en su lugar, un  ciclo de “historias teatralizadas”. Se trata de un ciclo que pone en escena varias  obras una vez por semana en el corazón de cada barrio. Historia de Guapos, laburantes y tangueros: hasta el 31 de octubre, el tercer domingo de cada  mes  a las 15.30, en Av. Corrientes y Pasaje Discépolo; Una nueva visita guiada, donde el público podrá  reconocer, entre tango y tango, a los más típicos personajes que acudieron a  poblar el barrio de Balvanera cuando en 1893 comenzó a funcionar el famoso  Mercado de frutas y verduras del Abasto. Son historias de riñas y amoríos… unas  románticas otras trágicas… Son historias que vienen de boca en boca, y de  generación en generación… Pero por sobre todo son historias que guardan la  memoria de este pedazo de Buenos Aires conocido como el barrio de Balvanera; Los fantasmas de San Telmo: Hasta el 27 de octubre, el cuarto sábado de cada  mes a las 18:30. En Plaza Dorrego (Anselmo Arrieta y Bethlem). El espectador  explorará las profundidades del pasado de San Telmo y escuchará los susurros  angustiados de la joven nativa convertida en árbol. Conocerá el fantasma del  poeta enamorado, averiguará por qué el aljibe de la Plaza Dorrego ha sido  misteriosamente tapiado y se sorprenderá en los claustros donde habita el  Fantasma sin cabeza. También tendrá la posibilidad de descubrir la historia del  prisionero inglés en la casa de Martina Céspedes, caminar a través de una calle  invadida por la fiebre amarilla; Flores, barrio  de poetas y leyendas: hasta el 20 de octubre, el tercer sábado de cada  mes a las 15.30. En Plaza de la Misericordia. Una excursión al corazón de uno  de los barrios más antiguos de la ciudad, plagado de leyendas. El espectador se  enterará de los tesoros ocultos en el barrio. Descifrará el secreto de los  túneles ocultos en el Pasaje la Porteña y compartirá los versos mas más bellos  de los poetas que alguna vez vivieron y soñaron en este barrio. Entrada libre y gratuita. Más información en info*
 
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            Concursos | 
           
          
            
              - Concurso de becas de investigación “María Sáez de Vernet” | 2012, La Biblioteca        Nacional invita a presentar       proyectos orientados a investigar la historia y la actualidad de las Islas       Malvinas y las representaciones de las mismas en la prensa periódica, en       la literatura y el ensayo, en documentos oficiales, en la cartografía, la       fotografía y la música. La presentación de las carpetas se realizará entre       el 15 de julio y 15 de agosto de 2012. Más información en: (info)*
 
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            | * Se recomienda constatar  vigencia de los eventos y cambios de horario.  | 
           
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            Lanzamiento de Libros | 
           
          
            Historia de las clases populares II, de Ezequiel Adamovsky, Editorial Sudamericana, 496 págs. $105. El libro narra el  derrotero de las clases populares en el país desde los tiempos de la  organización nacional hasta 2003, poniendo la mirada en los diversos aspectos  del mundo popular, desde la vida cotidiana, la cultura, la religiosidad y el  trabajo hasta las identidades, las ideologías, las formas de organización  gremial y de acción política. (info) 
              Iglesia y democracia. Avatares de la jerarquía católica en la Argentina posautoritaria  1983-1989, de  Mariano Fabris, Prohistoria Ediciones, 288 págs. $73. Este libro estudia el  papel de la jerarquía católica tras el retorno democrático de 1983, y se centra  en las cuestiones que despertaron la preocupación de los obispos y la manera en  que se estructuraron las relaciones de poder con el gobierno y otros actores en  procura de asegurar la primacía del ideario católico y la presencia social de la Iglesia. (info) 
              Malvinas, la primera  línea, de Juan Ayala, Libros del Naufrago, 160 págs. $49. En la Guerra de Malvinas, los colimbas  fueron la carne de cañón de unas Fuerzas Armadas que mandaron a regimientos de  conscriptos a la guerra. Durante los dos meses que duró la guerra de Malvinas,  los soldados del Regimiento de Infantería Mecanizada 7 de La Plata vivieron en pozos de  zorro, sin comida, sufriendo estaqueos por salir a procurarse alimento, sin  buen abrigo en un clima polar. El regimiento 7 tuvo 36 muertos: 33 eran  conscriptos, dos suboficiales y un oficial. Su historia está ligada  directamente a los graves errores a nivel estratégico, táctico y logístico  cometidos durante la guerra. (info) 
              Entregas y secuestros. El rol del Estado en  la apropiación de niños, de Carla Villalta, Editores  del Puerto y CELS, 344 págs. El libro analiza los procedimientos utilizados en la última  dictadura militar argentina (1976-1983) para llevar a cabo el secuestro y  apropiación de los hijos de quienes se desaparecía y se mataba. (info) 
              Entre la  pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América  Latina,  de Claudia Gilman,  Editorial Siglo XXI,  456 págs. $115. En este libro, la autora indaga  los debates y las posiciones que inspiró la cuestión del compromiso con la  “liberación de los pueblos” en los años sesenta y setenta del siglo XXI, luego  de la Revolución Cubana.  (info) 
              Mientras la  ciudad duerme. Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945, de Lila Caimari,  Editorial Siglo XXI, 256 págs. Un  ensayo sobre el mantenimiento del orden en Buenos Aires en plena expansión  demográfica y urbana. El texto analiza los frutos de la movilidad social, pero  también sus límites, y reconstruye los extraordinarios cambios de la época a  partir de dos puntos de observación: la crónica del crimen y los archivos de la  policía porteña, que permiten observar las mutaciones del delito y también las  de la ciudad. (info)  
              Historia de los franceses en la Argentina, de Hernán Otero, Editorial Biblos,  387 pág. El libro reconstruye la presencia gala en nuestro  país desde la década de 1830 hasta mediados del siglo XX, recorriendo los  tópicos clásicos como las causas de la emigración en el país de origen,  las  formas de llegada, la inserción económica, la formación de parejas, el retorno,  la movilidad social, la liturgia patriótica, la adaptación lingüística y la  creación de asociaciones, escuelas y medios de prensa étnicos. (info) 
              Las filosofías de la revolución. Mariano  Moreno y los jacobinos rioplatenses en la prensa de Mayo: 1810-1875, de Silvana Carozzi, Prometeo, 394 págs. $92. El libro intenta explorar la escritura de  los morenistas en la prensa del primer quinquenio revolucionario en Buenos  Aires, partiendo de la centralidad que adquirieron en la propaganda  periodística quienes fueron denominados "jacobinos". (info) 
              Algo más que mercachifles, de Julián  Carrera, Prohistoria Ediciones, 236 págs. $65. En toda la América  colonial los pequeños comerciantes tuvieron un rol destacado en el proceso de  colonización, asegurando la supervivencia de los pueblos. Este trabajo estudia  el alcance de las prácticas mercantiles minoristas, que se extendían hacia las  zonas más alejadas de los centros urbanos. (info) 
              Los grupos sociales  en la modernización latinoamericana de entre siglos. Actores, escenarios y  representaciones (Argentina, Chile y México, siglos XIX-XX), de  Fernando J. Remedi y Teresita Rodríguez Morales (editores). Los trece capítulos compilados en este libro rescatan  el protagonismo de los sectores populares, de los pobres, los marginados, los  excluidos, los asistidos, reivindicándolos como constructores -desde sus lugares-  de la sociedad de su tiempo, en vez de concebirlos solamente como destinatarios de  prácticas provenientes desde arriba.  (info) 
              Historia de los medios. De Diderot a Internet, de  Frédéric Barbier y Catherine Bertho-Lavenir, Ediciones Colihue. $114. El libro  comienza con la publicación de la Enciclopedia en el año 1751 -en donde se articula  el proyecto de la   Ilustración- y llega hasta Internet. Desde el ingreso de las masas  a la historia, los medios han construido el espacio de la vida pública y  permitido que se forje y se transforme permanentemente el lazo social. (info) 
              Hollywood y la historia de los Estados Unidos,  de Fabio Nigra, Imago Mundi, 192 págs. $60. Un libro sobre el vínculo entre la  historia y las películas estadounidenses. (info)  | 
           
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