Autor: Mariano Fain
Richard M. Nixon, candidato del Partido Republicano, llegó a la presidencia de Estados Unidos en 1969, y fue reelegido por mayoría en 1972. Durante su primer mandato su política interior fue centralista e incluso personalista; reorganizó el sistema para reforzar su control personal sobre el gabinete y llegó incluso a oponerse al Parlamento —con mayoría demócrata—, dando lugar a un claro enfrentamiento entre el Congreso y la presidencia.
Poco antes de que se iniciara la campaña para las elecciones presidenciales de 1972, la policía sorprendió a cinco hombres que portaban micrófonos, junto al antiguo agente del FBI Gordon Liddy y al antiguo agente de la CIA Howard Hunt —que colaboraban en el comité para la reelección de Nixon—, sustrayendo instrumentos electrónicos de las oficinas del Partido Demócrata ubicadas en el hotel Watergate de la ciudad de Washington.
Estos aparatos habían sido colocados para escuchar conversaciones y llamadas telefónicas. El asunto no trascendió de inmediato debido a que el presidente se encargó personalmente de encubrirlo, y en noviembre Nixon fue reelegido. Una investigación llevada a cabo por dos reporteros del diario Washington Post descubrió que el asalto a las oficinas demócratas en el Watergate era parte de un sabotaje bien planeado contra la campaña electoral del Partido Demócrata y que Nixon y sus colaboradores más cercanos se habían conjurado para encubrir el delito.
A pesar de que Nixon creyó poder negar su participación en el caso dejando que sus colaboradores fueran acusados y enjuiciados, en julio de 1973 se supo que el propio presidente había mandado a grabar todas las conversaciones en cintas magnetofónicas. En marzo de 1974, el Gran Jurado federal consideró al presidente copartícipe en una conspiración para obstruir la acción de la justicia en la investigación del escándalo Watergate. El procurador general ejerció presión legal para obtener las grabaciones de la Casa Blanca, en tanto que comenzaba la investigación con la posibilidad de proceder a un impeachment, juicio político formal contra el presidente o algún alto funcionario del Gobierno.
En agosto, se obligó a Nixon a entregar unas cintas que lo vinculaban directamente con el encubrimiento de actividades ilegales que involucraban a la Casa Blanca. Nixon intentó restablecer su prestigio con un viaje a Oriente Próximo y a la Unión Soviética, pero a su regreso las investigaciones del caso habían avanzado.
El 8 de agosto, ante la inminencia de un juicio político, Nixon anunció por televisión su decisión de dimitir. Fue reemplazado por Gerald Ford, nombrado vicepresidente el año anterior.
¿Sabías que Nixon ha sido el único presidente en la historia de Estados Unidos que ha dimitido de su cargo?