¿Cómo era la economía en las ciudades medievales?


Mientras el sistema feudal se basaba en la producción agraria y no necesitaba ni moneda ni de los intercambios comerciales porque se autoabastecía, el sistema de los burgos se orientó hacia la producción de mercaderías y al comercio. Los artesanos se especializaron e incorporaron a sus productos nuevos materiales que venían de tierras lejanas.

Las ciudades eran centros de producción e intercambio. La gente buscaba en sus mercados los productos locales, pero también los importados. Muchos mercaderes comenzaron a montar flotas para ir a buscar esos productos y aunque los viajes eran bastante peligrosos por la amenaza de los piratas, valía la pena arriesgarse porque las ganancias eran enormes.

¿Cómo surgieron los banqueros? 
El dinero acumulado por estos mercaderes y productores fue mucho, y así fue naciendo una nueva clase a la que se llamó alta burguesía, que pronto incorporó una nueva actividad: la creación de bancos que prestaban dinero a interés. Si un banquero tenía una oficina en Florencia y otra en Venecia, uno podía depositar el dinero en Venecia y recibía un papel que le permitía retirar la misma cantidad en Florencia. Así nacieron los cheques. Sólo con firmar un papelito un banquero podía transformarse en un amigo poderoso o enemigo peligroso de los reyes y señores de la época.

¿Cuál era la situación social en las ciudades? 
En las ciudades había una clara división entre ricos y pobres, que no era tan tajante como en el campo. Las relaciones en la ciudad eran más igualitarias dentro del marco de una sociedad con fines comunes en los que todos tenían que ver.

En aquella época la Iglesia tenía mucho poder e influencia y era un fuerte factor de unidad y orden social. Este predominio se expresaba físicamente en las catedrales que se construían. Cada ciudad competía con la otra en tener la más alta y la más linda.

¿Cómo eran las catedrales medievales? 
La catedral medieval no era sólo una iglesia; era el centro de reunión en el que se celebraban representaciones y fiestas religiosas, donde se guardaban los tesoros y documentos de la ciudad y donde la gente podía refugiarse en caso de peligro. El campanario era el medio de comunicación de la ciudad: no sólo anunciaba las horas, también daba aviso sobre ataques externos o sobre reuniones de importancia. Todos contribuían a su edificación según sus posibilidades: señores, artesanos, mercaderes, banqueros y campesinos.

¿Cómo se pasó del románico al gótico? 
El estilo románico era muy sencillo y reflejaba una fe suplicante que pedía a Dios sobre todo protección. Los feligreses se aislaban en la penumbra de lugares más bien pequeños y de gruesas paredes de piedra. El estilo gótico, en cambio, tenía que ver con una nueva fe más abierta y no tan temerosa; abría la Iglesia a la luz, con construcciones lo más altas posibles y dotadas de enormes ventanales. Las catedrales góticas se construían sobre la base de pilares, bóvedas, arbotantes, contrafuertes y agujas, que sostenían al edificio y le daban un aire muy cargado de religiosidad.

¿Qué eran los gremios medievales? 
Los mercaderes y artesanos estaban permanentemente amenazados por los ladrones, que ya entonces abundaban, o por los señores de la ciudad, que inventaban impuestos o pleitos para quitarles su dinero. Para defenderse, se pusieron de acuerdo y formaron uniones o gremios para ayudarse entre sí. El gremio de los mercaderes, por ejemplo, se aseguraba de que nadie en la ciudad los defraudara. Fijaba los precios y controlaba la calidad de los productos. El poder de los gremios creció tanto que en algunas ciudades llegaron a disputarle el poder a los señores y hasta gobernarlas por su cuenta.

¿Por qué se produjo la decadencia del feudalismo?
El dinero de los burgueses terminó con las ideas feudales y permitió armar ejércitos propios demostrando que ya no necesitaban de la protección de los señores. Los caballeros feudales se negaban a admitir la nueva realidad formando órdenes de caballería. Esto hacía pensar a la gente que los señores seguían siendo igual de poderosos e importantes. Para poder seguir disfrutando de sus riquezas, tuvieron que admitir que el poder político se les iba de las manos hacia la de las burguesías nacientes en toda Europa.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar