El Islam


¿Quién fue Mahoma? 
El profeta Muhammad, conocido en español como Mahoma, nació huérfano de padre, en el 570 d. C. Perdió a su madre a los 6 años y fue educado por su tío, el rico comerciante Abu Talib, quien le enseñó además el oficio de mercader. A los 25 años se casó con Jadiya, una rica viuda de la ciudad de La Meca. Tuvieron siete hijos pero sólo sobrevivió Fátima, quien años más tarde se casaría con Alí, el hijo de Abu Talib.

¿Cómo se transformó en profeta? 
Mahoma muy a menudo meditaba en una gruta del monte Hira, cerca de La Meca. Una noche, cuando tenía 40 años, se le apareció el arcángel Gabriel diciéndole que le traía un mensaje de Dios. Mahoma despertó sobresaltado pensando que era un sueño, pero Gabriel volvió a aparecérsele varias veces más hasta convencerlo de aceptar la palabra de Dios. Mahoma se transformó entonces en el mensajero de Dios, su profeta.

La Hégira 
Pero no era nada fácil predicar por esa época. La mayoría de la gente creía en muchos dioses y divinidades, y Mahoma se proponía convencerlos de que sólo había un Dios verdadero. Se burlaban de él y no lo tomaban en serio. Formó el primer grupo de fieles entre su familia: su esposa Jadiya, su primo Alí y algunos pocos seguidores. En el año 622 decidieron abandonar La Meca y refugiarse en Medina. A esta emigración se la llamó la Hégira y marcó el origen del calendario musulmán, formado por doce meses lunares de 29 o 30 días y un año de 354 días.

Mahoma logra su objetivo 
Mahoma organizó en Medina a sus seguidores, quienes comenzaron a difundir sus enseñanzas. En poco tiempo tenía seguidores por toda Arabia. Regresó victorioso a La Meca y los habitantes de esa ciudad también adoptaron su fe. Mahoma murió en Medina el 8 de junio del 632.

El Corán 
Es el libro sagrado del islam (sumisión a Dios), que resume las enseñanzas de Mahoma. El Corán niega la divinidad de Jesús pero reconoce que es hijo de María. Consagra el monoteísmo («No hay más que un Dios y Mahoma es su profeta»). Existen los ángeles y un ángel caído (Lucifer). Habla de un juicio final tras el cual los piadosos, los que obren correctamente y los que mueran en la guerra santa irán al paraíso.

Obligaciones  
Los musulmanes deben cumplir cinco obligaciones:

  • Deben orar cinco veces al día mirando hacia La Meca.
  • La Limosna: lo sienten como un préstamo que Dios devolverá en el paraíso.
  • El ayuno: en el mes de Ramadán, el más caluroso del año, no se permitía comer o beber desde el amanecer hasta la caída del Sol.
  • La peregrinación a La Meca.
  • La guerra Santa (Yihad) en la que en caso de morir en combate se obtiene la vida eterna.

La sucesión de Mahoma 
Mahoma no dejó sucesor. A su muerte, sus antiguos compañeros decidieron elegir entre ellos un «jalifa» (califa), que no era profeta ni tenía su poder, pero se encargaría de dirigir a la comunidad basándose en el Corán y tomando como modelo a Mahoma.

Dos familias gobernaron sucesivamente y fueron los artífices de la expansión del Islam: los Omeyas y los Abásidas. Hubo desde entonces dos califatos: el Omeya con sede en Damasco (Siria) y el Abásida con sede en Bagdad (actual Irak).

¿Cómo era la organización política? 
Al frente del estado estaba el califa, jefe militar y religioso. Lo asistían un visir (primer ministro) y los emires, que gobernaban las provincias.

La cultura 
Los musulmanes llevaron su cultura a través de sus conquistas por distintas partes del mundo. A partir del siglo XI puede decirse que el desarrollo intelectual de los árabes es superior al de las naciones cristianas de la misma época. Conocen a Aristóteles antes que los cristianos y algunos filósofos como Averroes (1126-1198) se basarán en el griego para desarrollar sus teorías. Avicena (980-1037), nacido en Persia, realiza notables descubrimientos en el campo de la medicina.

Los árabes perfeccionaron las técnicas artesanales, como la industria del cuero, las telas, la seda, los perfumes, el acero y las armas.

Construyeron monumentales palacios en África, Asia y Europa, sobre todo en España, país que ocuparon por más de siete siglos. La alhambra de Granada es uno de los más bellos ejemplos de construcción musulmana en la que se aprecia la perfección arquitectónica y la maestría del arte decorativo.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar