“La lengua es, sin discusión, la forma, el cuerpo y el envoltorio del pensamiento… De donde se deduce que, cuanto más ricos sean los materiales y las formas que adquiero para expresar mi pensamiento, más feliz seré en la vida, más precisas y comprensibles serán mis razones tanto para mí mismo como para los demás…”
Fuente: www.elhistoriador.com.ar