
Autor: Mariano Fain
Pocos atletas encarnaron el espíritu olímpico como Jim Thorpe. Nacido en 1888 en Territorio Indio, fue bautizado Jacobus Franciscus pero su pueblo Sac y Fox lo conocía como «Sendero Brillante».
Su linaje ya lo convertía en un ser marginado para la sociedad estadounidense: hijo de un irlandés con una indígena fox por parte paterna, y de un francés con una potawatomi por el lado materno. No fue considerado ciudadano hasta 1924.
Pese a esto, desde pequeño mostró un carisma y talento que desafiaban toda clasificación. En la escuela Carlisle, continuó deslumbrando en una amplia gama de deportes como atletismo, fútbol americano y béisbol.
Su versatilidad lo llevó a destacar en los primeros Juegos Olímpicos que incluían pentatlón y decatlón. En 1912, conquistó el oro en ambas disciplinas en Estocolmo, siendo celebrado como «el atleta más grande del mundo».
Pero un año después, un diario reveló que de joven había jugado al béisbol para ganar unos pesos. Pese a haberlo hecho en condiciones semiprofesionales como muchos, el régimen amateurista se lo prohibía. El COI le retiró sus preseas olímpicas.
Lejos de hundirse, la contaminación lo impulsó a ser figura del fútbol americano, integrando las filas de los Bulldogs y posteriormente los Cardinals. También se destacó en el básquetbol con los World Famous Indians.
Paralelamente desarrolló una carrera profesional en Grandes Ligas con los Giants, Reds y Braves. Incluso llegó a filmar cameos en Hollywood en la década del ’30.
Pero al retirarse, la depresión lo empujó a la ruina. Trabajó como sereno, albañil y extra de cine para sobrevivir. Cuando murió en 1953, estaba olvidado y en la miseria.
Recién en 1982 el COI revisó su caso, admitiendo irregularidades en el proceso de 1913. Tras 30 años de su muerte, les devolvió sus medallas olímpicas a sus hijos en Los Ángeles. Jim Thorpe, el primer súper atleta, por fin fue reivindicado.
¿Sabías que Jim Thorpe compitió en los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912 usando zapatillas que encontró en un tacho de basura? Eran de diferente número y una de ellas era al menos dos números más grandes de lo que necesitaba.
¿Sabías que en 1911 anotó todos los puntos con que su equipo le ganó 18-15 a la poderosa Universidad de Harvard?
¿Sabías que en 1950 una encuesta lo eligió como el mejor atleta de la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos? Superó a figuras como Babe Ruth, Jack Dempsey y Bobby Jones.