Juan Bautista Alberdi sobre los estragos ocasionados por la Guerra del Paraguay


La Guerra del Paraguay estaba próxima a cumplir su segundo año de desarrollo, cuando se presentó una decisiva batalla en el Fuerte de Curupaytí, unos kilómetros al sur de la Fortaleza de Humaitá, en el margen izquierdo del Río Paraguay, muy cerca del actual puerto de Las Palmas (Chaco). Las fuerzas de la Triple Alianza (Brasil, Argentina, Uruguay) se reagruparon desde los primeros días de septiembre, para atacar este baluarte defensivo de Paraguay.

Por la mañana del 22 de septiembre, abrió fuego la escuadra brasileña. Poco después, chocaron las posiciones de artillería y más tarde, el general Mitre llevó a las tropas bajo su mando a una masiva masacre. El ataque se inició por cuatro columnas que avanzaron hacia las fortificaciones bajo el fuego de la artillería enemiga, pero fueron repelidas por el fuego paraguayo y por las mismas contingencias que presentó el pantanoso terreno. A las dos horas, se ordenó el repliegue. Los argentinos tuvieron más de dos mil bajas, entre muertos, heridos  y dispersos, cerca del 40% de los efectivos empeñados. Los brasileños, una cifra apenas menor, pero que representaba el 20% de sus combatientes en la acción. Las pérdidas de los paraguayos fueron muy reducidas.  Luego del desastre bélico, el descontento de la población argentina se acrecentó notablemente. Juan Bautista Alberdi fue una de las figuras más importantes que, en defensa del Paraguay, se opuso a la guerra, a la que definió como de la “triple infamia”.

FuenteObras completas de Juan Bautista Alberdi, [1a ed., París, Imprenta Pablo Dupont, 1874], Buenos Aires, La Tribuna Nacional, 1886, t. VII, pp. 141.

«Yo he explicado largamente, en otra parte, los motivos reales de la guerra del Paraguay. En cuanto a los motivos aparentes y ostensibles, ellos han sido tan livianos que espanta el recordar el aplomo con que se invocaron…

…para justificar una pérdida de hombre y de caudales públicos y privados, que no costó la guerra entera de la independencia contra España. Si como todos admiten hoy, que gobernar es poblar, ¿qué nombre dar a la política que ha despoblado esas regiones casi solitarias de más de medio millón de habitantes en seis años?«

 

Juan Bautista Alberdi

Fuente: www.elhistoriador.com.ar