“Mi corazón toma un nuevo aliento cada instante que pienso que usted se acerca, porque estoy firmemente persuadido de que, con usted, se salvará la patria. (…) Empéñese usted en volar, si le es posible, con el auxilio y en venir a ser no sólo amigo, sino maestro mío, mi compañero y mi jefe.”