
Autor: Mariano Fain
El uso de la galera y del bastón se impuso en Europa, como indumentaria típica de la clase alta, desde comienzos del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX. Durante ese lapso, se imitó la vestimenta de los nobles y acaudalados del Viejo Continente en diferentes partes del mundo (como ocurriría con tantas otras costumbres), por lo que lucir de esa forma, generalmente acompañada por un jaquet (saco de hombre, con cola larga partida en dos), fue todo un síntoma de buen gusto, elegancia y buenos modales.
También es digno aclarar que al extenderse tanto entre diferentes capas de la sociedad, no todos los que portaban aquel atuendo realmente pertenecían a las más encumbradas esferas sociales. Como fuere, esos dos elementos, la galera y el bastón, se convirtieron en símbolo de lo distinguido y muchos comenzaron a decir que alguien había realizado un acto determinado con galera y bastón, cuando dicha acción reunía las condiciones de precisión, oportunidad y elegancia. La expresión puede aplicarse a un jugador de fútbol que sale, desde el fondo del campo de juego, con cabeza levantada y esquivando rivales con mucha destreza o a una persona que responde con altura y diplomacia, luego de haber sido agredido verbalmente. Un bastón es un instrumento que sirve para apoyarse al caminar o sólo para lucirlo, reconocido por casi todos, pero quizás vale añadir que la galera es un sombrero de copa alta.
Un personaje muy conocido y que, justamente luce galera y bastón, es el hombre que identifica al whisky Johnnie Walker.