Publicado en Nuevo Hombre Año VI, Número 66, Segunda Quincena de julio de 1974.
..»A un año del gobierno elegido el 11 de marzo, el Pueblo argentino ve desaparecer sus esperanzas de solución a los graves problemas económicos y sociales. Las luchas populares que derrotaron a la dictadura militar habían depositado, en el nuevo gobierno la exigencia de cambios estructurales, de terminar con la dependencia que nos ata al imperialismo, con la explotación a que es sometida la clase obrera y el pueblo.
Pero lejos, de satisfacer las exigencias populares, el gobierno nacional sé traza una línea de negociar la dependencia, con el imperialismo, acabando con todas las libertades democráticas, dictando la Reforma al Código penal que sirve para reprimir la Protesta Popular; la Ley de Asociaciones Profesionales para perpetuar la burocracia sindical; la Ley de Prescindibilidad para despedir a quienes se opusieran a su política. Con el pacto Social intentó hacer diálogo entre los empresarios explotadores y los trabaja res. Desde el gobierno se alentó a las bi das fascistas que asesinaron y torturar a militantes populares. Se puso a los conocidos torturadores, Villar y Margaride al frente de la Policía Federal para hacer de ésta una eficaz fuerza de’choque contra las manifestaciones populares que repudian la política de hambre y miseria del Pacto Social. En su política de depuración ideológica se persiguió a los militantes de la J.P. y se hizo renunciar a los gobernadores progresistas Obregón Cano y Bidegain; se desconoció la libertad de prensa, cerrándose El Mundo, El Descamisado, Militancia, Ya, El Peronista por hacerse eco de las luchas populares.
Así, superexplotando a los trabajadores y tratando de acallar el repudio popular con represión, torturas y cárcel, las grandes empresas multinacionales, los terratenientes, el capital financiero y en general las clases explotadoras, intentaron desarrollar desde el gobierno nacional el proyecto de la «Argentina Potencia», para salvar el sistema capitalista.
Las luchas obreras y populares de I.M.E., Perkins, Smata, Docentes de Córdoba, las de Villa Constitución, de Insud, Mattarazzo, Propulsora, de los aborígenes del Chaco la respuesta del pueblo cordobés contra las bandas fascistas encabezadas por la policía de Navarro; las organizaciones políticas, sindicales del pueblo como la J.P., el peronismo de base, la izquierda revolucionaria, los diputados del Pueblo, la juventud Radical, el Movimiento Sindical Combativo, el Movimiento Sindical de Base, la Intersindical, fueron madurando desde las entrañas mismas de la clase obrera y el pueblo, desde su conciencia, su organización y sus luchas, el proyecto de la Patria Socialista. La lucha y movilización del pueblo como único camino, van unificando las fuerzas de la clase obrera y de las más amplias masas populares, de las organizaciones sindicales combativas, campesinas, aborígenes, villeros y pobladores de barrios, estudiantes, pequeños comerciantes oprimidos por el actual régimen, profesionales e intelectuales honestos, organizaciones culturales y religiosas progresistas.
Temerosos de esas movilizaciones obreras v populares, de la unidad en la lucha de los más amplios sectores, de la construcción y desarrollo del Ejército Político de las Masas, del odio y el rechazo al Pacto Social; es que pretenden legalizar la alianza Patrón-Sindiclato y Estado en la gran paritaria nacional, apelan sin tapujos al crimen, la represión y la tortura…
… El F.A.S., que surge de las movilizaciones y luchas populares, que intenta aportar con la fuerza de la unidad el camino de la liberación nacional y social, convoca de este sexto Congreso a buscar todas las formas posibles de coordinar nuestras fuerzas en la lucha por las libertades democráticas de nuestro pueblo contra la tortura y la represión, contra el imperialismo y las clases explotadoras, por la unidad de todos los explota dos en el camino de la movilización y la lucha por la Patria Socialista…»
F.A.S.
Ciudad de Rosario 15-VI-74
Fuente: www.elhistoriador.com.ar