En abril de 1968, el Partido Comunista Checo incorporó a su Programa de Acción estas reformas:
– El gobierno se separaba del partido comunista, siendo el primero responsable ante el Parlamento.
– El partido comunista mantenía su rol dirigente pero abandonaba su monopolio del poder.
– Se aceptaba que los sindicatos, asociaciones de jóvenes y organizaciones campesinas, influyeran sobre el gobierno.
– Se garantizaba el derecho de los ciudadanos a viajar al extranjero, aboliéndose la censura de prensa.
– Se autorizaría, en el futuro, la participación, en la vida política, de los partidos no comunistas.
– Se reorganizaba la policía para evitar que continuara siendo un instrumento de represión política.
– Se descentralizaba la economía, abriéndola a los países no comunistas, y eliminando la dependencia con la URSS.
– En el ámbito nacional, se ensayaba con la autogestión, por la que se le otorgaban facultades de dirección a consejos de empleados y obreros.
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