Al comenzar la década de 1880, se inicia una nueva etapa en la historia del país. Son los años en que se producen profundos cambios en toda América Latina, impulsados en forma directa por la acción expansiva de los capitales europeos y norteamericanos. Mientras en el orden externo, el país se integraba al orden económico mundial como abastecedor de bienes primarios, hacia el interior, se consolidaba un orden político nacional marcadamente conservador.
Fue el general Julio Argentino Roca la cabeza de este proceso de concentración del poder en un estado nacional reconocido por todas las provincias. Si bien en reiteradas oportunidades Roca expuso su adhesión a la tradición liberal del pensamiento económico, hizo del estado un actor clave en la vida política, social, económica y cultural del país. La frase seleccionada muestra a un Roca abiertamente partidario del fortalecimiento del estado.
Tucumano, nacido en 1843, de familia unitaria primero, urquicista después, militar de carrera, denominado el «zorro», presidente de la república en dos oportunidades, Roca manejó los hilos de la política oligárquica durante treinta años. Falleció el 19 de octubre de 1914.
Fuente: Milcíades Peña, De Mitre a Roca. Consolidación de la oligarquía anglo-criolla, Buenos Aires, Ediciones Fichas, 1976.
«Ese proyecto de venta de las Obras de Salubridad ha sido también un proyecto desgraciado… Yo aconsejé en contra, pero no me hicieron caso.
(…)
Si, a pesar de todo, el proyecto se convierte en ley, será una ley contraria a los intereses públicos en el sentir de la mayoría de la opinión de esa capital, tan esquilmada por las compañías de gas y otros servicios. A estar a las teorías de que los gobiernos no saben administrar, llegaríamos a la supresión de todo gobierno por inútil, y deberíamos poner bandera de remate a la Aduana, al Correo, al Telégrafo, a los Puertos, a las Oficinas de Renta, al Ejército, a todo lo que constituye el ejercicio y deberes del poder.»
Julio Argentino Roca
Fuente: www.elhistoriador.com.ar