La Inquisición


Autor: Mariano Fain

¿A qué se conoce como Santa Inquisición?
Se conoce de esta manera  al Tribunal creado por la Iglesia Católica Apostólica Romana dedicado a  la persecución sistemática y al castigo de los llamados herejes 1 y disidentes religiosos. A partir de 1542, a expensas del Papa Paulo III, también se lo dio en llamar Santo Oficio.

El historiador J. Guiraud la define como: “sistema de medidas represivas, unas de orden espiritual y otras de orden temporal, promulgadas simultáneamente por el poder civil y el poder eclesiástico en defensa de la ortodoxia religiosa y del orden social, igualmente amenazados por las doctrinas teológicosociales de la herejía” 2.

Su fundación tuvo lugar durante la Edad Media, durante el Sínodo3 de Toulouse (Tolosa) de 1229. El documento emitido entonces expresaba: “En cada parroquia de la ciudad y fuera  de ella los obispos designaron a un sacerdote y a dos o tres laicos, o más si  es necesario, de reputación Intacta, que se comprometan por Juramento a buscar asidua y fielmente a los herejes que vivan en la parroquia. Visitarán minuciosamente las casas sospechosas, las habitaciones y cuevas y lugares más disimulados, que deberán ser destruidos si descubren herejes o personas que prestan apoyo o favor, asilo o protección a los herejes, tomarán medidas para impedir que huyan y los denunciarán lo antes posible al obispo y al señor del lugar o a su lugarteniente. Los señores temporales harán buscar con cuidado a los herejes en las aldeas, las casas y los bosques donde se reúnen y harán destruir sus cobijos”.
Pero no fue hasta el siglo XV que efectivamente comenzó a funcionar con más presencia y movilizada no sólo por un espíritu religioso sino también por intereses políticos. En España fue instalada en 1478 y tuvo por objeto además de los ya expuestos,  contribuir  a la unidad española  de los recientemente casados Fernando e Isabel (los Reyes Católicos).

¿Quiénes fueron las principales víctimas de tal institución?
Particularmente  consagró sus energías en perseguir implacablemente a musulmanes, judíos y,  luego de sucedida la Reforma, a protestantes y personas que practicas en la brujería o estuviesen poseídas por el demonio.

Con relación a la identificación de aquellos que practicasen brujería, existía un texto llamado Malleus Maleficarum (Martillo de las brujas) que representó para la época un verdadero “Manual de instrucciones”.

Cabe aclarar que las iglesias protestantes también crearon sus propios organismos para controlar las herejías y extirpar las falsas creencias.

¿Qué fue el Malleus Maleficarum
El texto escrito en 1487 por los monjes inquisidores  domínicos   Heinrich Kramer  y Jacob Sprenger, de masiva difusión en Europa, tuvo plena vigencia durante casi trescientos  años.
En el Malleus Maleficarum, se “demuestra” la existencia de las brujas mediante diferentes medios y a modo de código de derecho procesal indica la forma y los procedimientos a seguirse al producirse la identificación, o sea cuáles debían ser los elementos y las formas de la tortura. Indicando también por supuesto  la forma de la muerte del acusado o culpable. El texto prescribía la muerte en la hoguera.
Las principales víctimas de la aplicación de este tratado fueron las mujeres; el texto estaba impregnado de una profunda misoginia; decía por ejemplo:

“¿Por qué las mujeres son las principales adictas a las supersticiones malignas? (…) Porque tienen una lengua frágil, y son incapaces de ocultar a sus congéneres las cosas que conocen por malas artes y como son débiles, encuentran una manera fácil y secreta de reivindicarse por medio de la brujería. Todas las maldades son poca cosa en comparación con la de una mujer. Y a esto puede agregarse que, como son muy impresionables, actúan en consonancia. (…) Podemos agregar, a lo ya dicho, lo siguiente: que como son más débiles de mente y de cuerpo, no es de extrañar que caigan en mayor medida bajo el hechizo de la brujería. Porque en lo que respecta al intelecto, o a la comprensión de las cosas espirituales, parecen ser de distinta naturaleza que los hombres, hecho respaldado por la lógica de las autoridades, y apoyado por diversos ejemplos de las Escrituras. Pero la razón natural es que es más carnal que el hombre, como resulta claro de sus muchas abominaciones carnales. Y debe señalarse que hubo un defecto en la formación de la primera mujer, ya que fue formada de una costilla curva, es decir, la costilla del pecho, que se encuentra encorvada, por decirlo así, en dirección contraria a la de un hombre. Y como debido a este defecto es un animal imperfecto, siempre engaña.

”Y resulta claro, en el caso de la primera mujer, que tenía poca fe; pues cuando la serpiente preguntó por qué no comían de todos los árboles del Paraíso, ella respondió: de todos los árboles, no sea que por casualidad muramos. Con lo cual mostró que dudaba, y que tenía poca fe en la palabra de Dios. Y todo ello queda indicado por la etimología de la palabra; pues Femina proviene de Fe y Minus, ya que es muy débil para mantener y conservar la fe.

”Por lo tanto, una mujer malvada es por naturaleza más rápida para vacilar en su fe, y por consiguiente, más rápida para abjurar de la fe, lo cual constituye la raíz de la brujería.

”Y en cuanto a su otra cualidad mental, es decir, su voluntad natural; cuando odia a alguien a quien antes amó, hierve de ira e impaciencia en toda su alma, tal como las mareas del océano siempre se hinchan y hierven. 5

”Y en verdad, así como por su primer defecto de inteligencia son más propensas a abjurar de la fe, así, por su segundo defecto de afectos y pasiones exagerados, buscan, cavilan e infligen diversas venganzas, ya sea por brujería o por otros medios. Por lo cual no es asombroso que existan tantas brujas en este sexo.

”Las mujeres también tienen memoria débil, y en ellas es un vicio natural no ser disciplinadas, sino seguir sus propios impulsos, sin sentido alguno de lo que corresponde hacer; esto es todo lo que saben, y lo único que conservan en la memoria.”

Como consecuencia de todas estas conclusiones, el 90 % de las víctimas de la Inquisición acusadas por brujería fueron mujeres.

¿Quiénes fueron las víctimas más reconocidas o famosas?
Con diferentes penas que van desde la muerte en la hoguera, pasando por la cárcel o la censura de sus libros, fueron víctimas de este Tribunal personajes de la talla de: Giordano Bruno (1548-1600), Galileo Galilei (1564-1642), Nicolás Copérnico (1473-1543) entre muchos otros.

¿Cuáles fueron los instrumentos de tortura más usuales?
Los más notorios y usuales fueron: el garrote vil, la silla inquisidora, la doncella de hierro, el banco de estiramiento, la máquina desgarra senos,  el rompe cráneos, el aplasta pulgares y  la máquina quebranta rodillas.

Sobre el tema es muy interesante la descripción realizada por el historiador José Antonio Escudero:

“La tortura, empleada al término de la fase probatoria del proceso, tenía lugar cuando el reo entraba en contradicciones o era incongruente con su declaración anterior, cuando reconocía una acción torpe pero negaba su intención herética, y cuando realizaba sólo una confesión parcial. (…) la Inquisición hizo uso de tres procedimientos: la garrucha, la toca y el potro. El primero consistía en sujetar a la víctima los brazos detrás de la espalda, alzándole desde el suelo con una soga atada a las muñecas, mientras de los pies pendían las pesas. En tal posición era mantenido durante un tiempo, agravándose a veces el tormento soltando bruscamente la soga – que colgaba de una polea- y dejándole caer, con el consiguiente peligro de descoyuntar las extremidades. Más sofisticada era la tortura del agua, en la que el reo era subido a una especie de escalera, para luego doblarle sobre sí mismo con la cabeza más baja que los pies. Situado así, se le inmovilizaba la cabeza para producirle por la boca una toca o venda de lino, a la que fluía agua de una jarra con capacidad para algo más de un litro. La víctima sufría la consiguiente sensación de ahogo, mientras de vez en cuando le era retirada la toca para conminarle a confesar. La severidad del castigo se medía por el número de jarras consumidas, a veces seis u ocho.

”Estas dos formas de tortura, las más primitivas, cayeron luego en desuso y fueron reemplazadas por el potro, instrumento al que era atada la víctima. Con la cuerda alrededor de su cuerpo y en las extremidades, el verdugo daba vueltas a un dispositivo que progresivamente la ceñía, mientras el reo era advertido de que, de no decir la verdad, proseguiría el tormento dando otra o varias vueltas más.

”En segundo lugar, hay que observar que el tormento se aplicó sin excesivas concesiones a edad ni sexo. Según Llorente, las personas ancianas debían ser puestas a la vista del tormento (in conspectu tormentorum) sin ser sometidas a él, aunque se han encontrado algunos testimonios de septuagenarios que hubieron de afrontar ese trance.

”En el otro extremo, nos consta que los niños no se libraron del todo, y así sabemos del caso de Isabel Madalena, adolescente de trece años, que en Valencia resistió la tortura y luego fue penitenciada con cien azotes.

”Las confesiones obtenidas durante el tormento no eran válidas por sí mismas y debían ser ratificadas, fuera de él, en las veinticuatro horas siguientes. El desarrollo de la tortura era registrado escrupulosamente por los secretarios, incluyendo los quejidos y exclamaciones proferidas por las víctimas. En verdad cabe afirmar, como algunos autores han señalado, que lo más impresionante de la literatura inquisitorial no son los relatos aparatosos de las víctimas ni los comentarios tremendistas de los autores, sino la sobria e implacable descripción del escribano que recoge estas escenas dolorosas sin el menor comentario, con absoluta frialdad y asepsia.” 6

¿Cuáles fueron los libros y los autores más importantes prohibidos por la Inquisición?
Fueron miles los libros que formaban parte del Index,  algunos de los autores más reconocidos que formaban parte del  mismo fueron: Jean-Jacques Rousseau, Denis Diderot, Michel de Montaigne, David Hume,  Giordano Bruno,  Blaise Pascal,  Charles Darwin, René Descartes, Voltaire, etc.

¿Qué fue el Index?
También conocido como Index Librorum, es aquella lista de textos que la Iglesia Católica censuró al categorizarlos  como contrarios y/o perjudiciales a la fe.

El índice establecía cuatro categorías de textos censurables, el encuadre dentro de cualquiera de alguna de ellas implicaba la prohibición de edición, venta y circulación del texto. Las categorías eran:

“1º. Obras contrarias a la fe católica romana, escritas por los heresiarcas u otros herejes, cuando tratan de cuestiones de fe; textos de Sagrada Escritura y obras de controversia, en lengua vulgar.

”2º. Obras de nigromancia, astrología, o que fomentan la superstición. Los horóscopos son tolerados en la medida en que ‘enseñan a sospechar o conjeturar las inclinaciones, calidades, complexiones corporales de cada uno’, sin tratar de prever sus acciones futuras. Se prohíben igualmente las imágenes, medallas y objetos diversos, así como las oraciones y plegarias a las que se atribuye un valor taumatúrgico.

”3º. Las obras ‘que tratan, cuentan y enseñan cosas de propósito lascivas, de amores y otras cualesquiera, como dañosas a las buenas costumbres de la Iglesia Christiana, aunque no se mezclen en ellas herejías y errores: mandando que los que las tuvieren sean castigados por los inquisidores severamente’ (regla VII). Las pinturas, esculturas y toda clase de representaciones deshonestas caen bajo la misma prohibición, y queda prohibido realizarlas o introducirlas en el reino.

”4º. Las obras publicadas sin nombre del autor ni del impresor y sin lugar ni fecha de la edición. Esta regla se halla con todo suavizada por la condición de que, si bien esta categoría de libros se considera a priori como sospechosa y debe ser sometida a control, la prohibición no alcanza más que a las obras ‘de mala doctrina’.

”5º. Las obras o fragmentos de obra que atentan contra la buena reputación del prójimo, y especialmente las que atacan a las personas eclesiásticas, órdenes religiosas y príncipes temporales, así como aquellas cuyas proposiciones van ‘contra la libertad, inmunidad y jurisdicción eclesiástica’ y favorecen la tiranía, justificándola por la razón de Estado.” 7

La Iglesia, llegó a conformar un organismo dedicado a esto, existía un conjunto de especialistas en el tema que formaban la Sagrada Congregación del Índice, dedicados a la lectura, identificación y prohibición de textos.

¿Qué fueron los autos de Fe?
Fueron procedimientos de carácter público dirigidos y organizados por la Inquisición durante los cuales los condenados por el tribunal debían abjurar de sus pecados y mostrar arrepentimiento, los mismos se llevaban a cabo  en las plazas públicas  o iglesias en momentos previos a hacerse efectivo el  cumplimiento de la condena.

¿Se conocen cifras en relación a sus víctimas mortales?
Se calcula que sólo para España fueron de más de 34.000 8  en el período 1481 a 1788.

¿Qué películas tratan o reflejan el tema?
Algunos films son: La letra escarlataLa vida de Galileo, Cuando las brujas arden, El Santo Oficio y El inquisidor,  entre muchas otras.

Referencias:
1 Hereje: calificativo que empleaba la Iglesia Católica para denominar a aquellos que niegan uno o algunos de los dogmas establecidos.
2 Mourie G Sarthou B, Historia de la civilización, Buenos Aires, F.V.D., 1966, pág. 633.
3 Sínodo o concilio: se refiere a una asamblea de autoridades religiosas.
Hefele-Leclerc, Histoire des conclles, V 2° parte, en Jean Comby, Para leer la historia de la Iglesia, Tomo I, Navarra, Editorial Verbo Divino, 1993,  pág. 173.
Heinrich Kramer, Jacob Sprenger, Malleus Maleficarum, Traducción Floreal Maza, págs. 50-51, en http://www.fundaciondialnet.es/
Jos&eacute; Antonio Escudero, <em>La Inquisici&oacute;n en Espa&ntilde;a</em>, Cuadernos de Historia, N&deg; 16, Madrid, 1985.
Marcelin Defourneaux, Inquisición y censura de libros en la España del siglo XVIII, Madrid, Editorial Taurus, 1973, pág. 50.
Historia universal, Ed Beodut, Colombia, 1961, pág 60.

 

Fuente: www.elhistoriador.com.ar