Los estilos románico y gótico


Autora: Adriana Libonati

Estilo románico

Hay una relación espacial y temporal (los mismos lugares y los mismos tiempos) entre la aparición de este estilo y la paulatina implantación de las lenguas romances (español, francés, italiano, portugués, rumano), formadas mezclando el latín popular con los idiomas de los invasores germánicos.

Esto quiere decir es que el estilo se va consolidando con lo que quedaba de las grandes tradiciones romanas y las nuevas técnicas de los llamados «bárbaros». No hay que olvidar que todavía existía un fuerte deseo de recuperar aquel antiguo esplendor que Roma había tenido.

El período que comprende este estilo es el de los siglos XI y XIII. Es un estilo uniforme, pero tiene variaciones locales e incorporaciones de otras tradiciones, como la visigoda o la mozárabe de España de los siglos VII y XI.
Las realizaciones en este estilo son numerosas y se basan principalmente en la arquitectura, y dentro de ésta, casi exclusivamente en las iglesias.

Este estilo tiene un problema técnico central, que es al mismo tiempo lo más importante de su significación: la bóveda curva. Otras características constitutivas de este estilo son: construcciones macizas, fuertes efectos de claroscuro que penetran por aberturas estrechas, materiales toscos de acabado, predominio de la arquitectura y subordinación de las otras artes (pintura, escultura, mosaicos).

La bóveda es una serie de arcos que presentan mutuo juego de apoyo y resistencia. Se apoyan en soportes y allí es donde nace el otro gran concepto del románico: el tramo. Se juntan varios tramos que se oponen apoyándose mediante el sostén que es el nervio.

Al fondo de la iglesia se instalaba el ábside, y allí se colocaba el altar. En la fachada, un fuerte muro se perforaba para la entrada, que podía tener una, dos o tres puertas.

El problema principal de estas construcciones era sostener el peso, para esto se hacían sólidos e importantes contrafuertes.

El románico es un estilo que tiene una nutrida serie de elementos decorativos: el fundamental arco, el rosetón (un circulo calado y vidriado que funcionaba como ventana para la entrada de luz), el pilar esculpido, que dividía en dos la puerta principal y el tímpano.

Hay que destacar que en el Medioevo las manifestaciones decorativas no se consideraban autónomas entre sí. Lo importante era el edificio, el decir, la gran iglesia, que era la que elevaba la comunidad a Dios.

Escultura: El pilar y el tímpano estaban esculpidos y a veces también los capiteles. Se trabajan la piedra y el bronce.

Lo verdaderamente importante es que la decoración de las iglesias no era tanto para ornamentar sino para adoctrinar contando en las imágenes los episodios de la Biblia.

Pintura: Fundamentalmente consistía en murales pintados al fresco (extensión de los colores sobre cal fresca) y en las páginas de los libros escritos a mano (códices), que se ilustraban con primorosas miniaturas.

Los temas, al igual que en la escultura, eran religiosos y se utilizaban elementos simbólicos: una planta para significar el paraíso, una serie de rayas para simbolizar el mar.

Hay un elevado sentido del ritmo, de la estilización y de la repetición de figuras. Los colores pueden ser brillantes o muy apagados. Otra manifestación decorativa del románico es el mosaico con fondo dorado.

Estilo gótico

La primera pregunta que hay que hacerse para encarar un tema como éste es: ¿por qué se llamará gótico a este estilo?

No fue, por cierto, porque los godos (un pueblo originario de Escandinavia, probablemente de la isla de Gotland) fueran grandes arquitectos. En primer lugar porque eran nómadas y en segundo lugar, paganos. O sea que ni las casas ni las iglesias eran muy importantes para ellos.

La razón es otra. Los proto-humanistas (antecesores de los humanistas) italianos del Renacimiento acuñan el término como sinónimo de bárbaro (más allá de los Alpes) para oponerlo al románico.

Este estilo surge en Francia (1140-1144). Catedrales de Chartres, Paris, Reims, Amiens. En Inglaterra el primer edificio del gótico inglés es la catedral de Canterbury (1174); más tarde también se construirá la Abadía de Westminster (1245). El gótico alemán no abarca solamente a Alemania sino a todo el territorio lingüístico germánico y extiende su influencia a Europa oriental y a Escandinavia. Su obra maestra es la catedral de Colonia (1248).

En España e Italia, el gótico se “latiniza”Son sus exponentes máximos las catedrales de Toledo, Burgos y Sevilla. Este estilo se prolongó en España durante el siglo XVI, cuando se edificaron las magníficas catedrales de Salamanca y Segovia (de modo que eran paralelas a la difusión del Renacimiento).

Arquitectura: El gótico es un estilo de una sociedad en transformación que está rompiendo rápido sus vínculos con el feudalismo.

Otras características de esta nueva sociedad son: el crecimiento de nuevas categorías sociales dedicadas al comercio y a las tareas artesanales que trabajan en burgos dentro de gremioslaautoridad del rey favoreciendo el comercio y la vida de las ciudades, y la influencia del clero, que se convierte en un protagonista de la vida ciudadana, disputando el poder de nobles y reyes.

En este ambiente las instancias religiosas por celebrar la fe cristiana coexisten con ese poder de la Iglesia y también con la intención de los nuevos comerciantes enriquecidos de tener catedrales imponentes para que acudan peregrinos a rezar pero además a estudiar la escolástica (filosofía que afirma llegar a Dios a través de la razón). Estos mismos conceptos son los inspiradores de las construcciones: complejas pero formalmente refinadas, de enfática verticalidad de acuerdo a los ideales estéticos y la novedad de la técnica. Cambio del arco de medio punto (romano) por el de arco apuntado; la bóveda de crucería ojivalel empleo de arbotantes y contrafuertes.

Estas modificaciones tienen una consecuencia sumamente importante, que es la de liberar las paredes de la función de sostener los techos. Entonces las paredes pueden ser perforadas con ventanas cubiertas con vidrios policromados, que permiten el paso de la luz pero filtrándola. Estas ventanas con vidrios coloreados no tenían solamente la función de dar luz y transmitir la sensación de éxtasis místico, sino que por medio de colores y formas, los vidrios contaban historias a quienes acudían al templo. Tenían una función didáctica al mismo tiempo que religiosa.

Otra característica de estos inmensos templos es la unión estrecha que guarda la estructura arquitectónica con la escultura: tímpanos y arquivoltas están profusamente tallados y »cuentan» historias de la religión.

En el gótico, en forma similar al románico, la expresión estética está subordinada a la arquitectura (columnas, tímpanos, rosetones y vitrinas). A las demás artes se las conoce con el nombre de artes menores: vidrios coloreados, cofres, joyas, relicarios y pinturas, éstas se realizaban sobre todo en las miniaturas.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar