(1895-1982)
Autor: Felipe Pigna
Manuel Pizarro, muchacho del Abasto, aprendió a tocar el bandoneón con Juan Maglio “Pacho” y, a los 18 años, ya tocaba con otras glorias tangueras como Eduardo Arolas, Julio de Caro, Rafael Tuegols y Luis Bernstein.
Francisco Canaro lo hizo contratar para tocar en Marsella, formando trío con el “Tano” Genaro Espósito y un músico francés, pero pronto se instaló en París. Allí se hizo amigo de Marcelo T. de Alvear, entonces embajador argentino en Francia, quien lo trajo de regreso a Buenos Aires en 1922, al asumir la presidencia.
Poco después volvió a París, llevando consigo a sus hermanos, el guitarrista Domingo y los bandoneonistas Salvador (quien llegaría a dirigir su propia orquesta) y Alfredo; de allí que Guibourg habitualmente los nombrase en plural, “los Pizarro”.
Manuel Pizarro logró salir de Francia al estallar la Segunda Guerra, para regresar allí en 1950; moriría en Niza, ya retirado de la música.