Proclama de Manuel Belgrano a los naturales de los pueblos de Misiones

Durante la campaña al Paraguay Belgrano dicta el “Reglamento para los pueblos de las Misiones”, uno de los documentos jurídicos más modernos y revolucionarios de nuestra historia, en el que por primera vez quedan claramente explicitados y garantizados los derechos de los pueblos originarios.

Este Reglamento, redactado en diciembre de 1810, será incorporado por Juan Bautista Alberdi en 1853 como una de las bases de la Constitución Nacional.  Compartimos aquí la Proclama que acompañó el reglamento.

Fuente: Documentos del Archivo de Belgrano, Tomo III, Museo Mitre, Buenos Aires, Imprenta Coni Hermanos, 2014, págs. 120-121.

Naturales de los pueblos de Misiones: La excelentísima Junta provisional gubernativa, que a nombre de su majestad el señor don Fernando VII rige las Provincias del Río de la Plata, me manda a restituiros vuestros derechos de libertad, propiedad y seguridad de que habéis estado privados por tantas generaciones, sirviendo como esclavos a los que han tratado únicamente de enriquecerse a costa de vuestros sudores y aun de vuestra propia sangre: al efecto me ha nombrado de su representante, me ha revestido de todas sus facultades, y ha puesto a mi mando un ejército respetable: ya estoy en vuestro territorio, y pronto a daros las pruebas más relevantes de la sabia providencia de la excelentísima Junta, para que se os repute como hermanos nuestros, y con cuyo motivo las compañías de vosotros que antes militaban en el ejército entre las castas, por disposición de nuestros opresores, os están entre los regimientos de patricios y arribeños: pedid lo que quisieres, manifestándome vuestro estado, que sin perder instantes contraeré mi atención a protegeros y favoreceros, conforme a las intenciones de la excelentísima Junta; pero guardaos de faltar al respeto debido a sus justos y arreglados mandatos y de contribuir a las sugestiones de los enemigos de la patria y del rey; pues así como trabajaré por vuestra utilidad y provecho, si cumpliereis con vuestras obligaciones, del mismo modo descargaré la espada de la justicia sobre vosotros, si, olvidados de lo que debéis a la patria, al rey y a vosotros mismos, siguiereis las huellas de esos mandatarios, que solo tratan de la ruina de estos fieles y leales dominios del amado Fernando VII, y de cuantos hemos tenido la fortuna de nacer en ellos.

Manuel Belgrano