¿Quiénes construyeron los grandes monumentos de la antigüedad?


Autor: Felipe Pigna

Los hombres de la antigüedad construyeron grandes monumentos, pirámides, zigurats y ciudades fortificadas, entre otras obras. En general, se conoce el nombre de los reyes y soberanos que ordenaron su construcción. Se habla, por ejemplo, de las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, pero se olvida a las miles de personas que dejaron su vida en esas colosales obras. Artesanos, artistas y esclavos no entraron en la historia, pero fueron los verdaderos artífices, muchas veces contra su voluntad, de estas obras monumentales.

¿Cómo se construyeron las pirámides? 
La primera pirámide se construyó en Saqqara para los restos mortales del faraón Djoser. Con el correr de los siglos varios centenares de tumbas reales de este tipo fueron edificadas sobre todo en el Norte de Egipto. Las más famosas son las de Gizeh, cerca de El Cairo, y entre ellas la de Keops, la más grande de todas. Fue construida con 2.600.000 metros cúbicos de bloques de piedra extraídos de las canteras de la meseta de Guiza y llevados hasta allí a través de rollos de madera que permitían su desplazamiento. Unos cien mil hombres participaron en su construcción, que demandó 20 años aproximadamente. Originalmente la pirámide medía 233 metros de lado y 146 metros de altura. Por efecto de la erosión, hoy mide 137 metros de altura por 227 de lado.

¿Qué eran las ciudades-templo de Sumeria? 
Hacia fines del cuarto milenio antes de Cristo, las comunidades agrícolas de la Mesopotamia asiática comenzaron a transformarse en prósperas ciudades en torno a los ríos Éufrates y Tigris. Ur, Uruk, Eridú, Lagash, Larsa, Nippur. Gracias a su situación geográfica y a su producción económica, se fueron convirtiendo en ciudades-estado donde el templo se constituyó en el centro de la vida política, cultural y religiosa. Allí se negociaba, se rendía culto al dios y se pagaban los tributos. Los tratados y convenios estaban redactados bajo la autoridad del Dios y del rey que era a la vez el sumo sacerdote. El poder real y el poder religioso estaban unidos, lo que confería a este tipo de monarquía (teocracia) un poder absoluto.

¿Cómo era el templo de Jerusalén? 
El rey Salomón (973 – 933 a.C.), hijo menor de David, mandó construir en Jerusalén, en la colina de Sión, un suntuoso templo para guardar el Arca de la Alianza. Durante más de siete años miles de hombres trabajaron en su edificación. En su construcción se utilizaron los mejores materiales de la época: piedra caliza, madera de cedro y sándalo, bronce, oro y plata. Se tomaron como modelos los santuarios egipcios y mesopotámicos. La diferencia estaba en que los hebreos no colocaron en su interior imágenes ni estatuas de su Dios, Jehová. Los santuarios locales quedaron prohibidos y este templo fue el único lugar de culto permitido. Esto garantizaba la centralización religiosa, pero también el dominio político a los gobernantes de Jerusalén. El templo fue destruido por el emperador romano Tito en el año 70 d. C., y sólo unos pocos vestigios han llegado hasta nuestros días: una de las murallas exteriores a la que se la conoce como el «muro de los lamentos».

¿Cuándo se construyó el Partenón de Atenas? 
Fue construido en mármol entre los años 447 y 433 antes de Cristo, durante el gobierno de Pericles, por los arquitectos Ictino y Calícrates basándose en un proyecto de Fidias. Se inauguró sin estar terminado todavía en el 438 a.C. El estilo de sus columnas es dórico y tiene algunos secretos, como por ejemplo que sus columnas son más anchas en el centro y están ligeramente inclinadas hacia adentro. Esto crea una ilusión óptica que nos las hace ver como rectas. En su interior estaba la estatua -obra del escultor Fidias- de Atenea Partenos (Atenea virgen) de doce metros de altura.

¿Por qué se construyó la Gran Muralla China? 
Alrededor del año 221 antes de Cristo, comenzó a destacarse entre los reyes guerreros chinos el rey Tcheng, que pronto tomará el título de emperador de la casa Tsin (Tsin Hoang Ti). Tsin reorganizó el imperio y decidió terminar con las permanentes incursiones de los invasores de las estepas. Ordenó reunir en una única muralla todas las fortificaciones que ya existían y continuar la edificación hasta cubrir toda la frontera. Fueron necesarios 10 años y la vida de miles de hombres para concluir esta gigantesca muralla.

¿Se puede crear un imperio desde una isla en medio de una laguna? 
Los aztecas han demostrado que sí. En el año 1325, tras más de 200 años de peregrinación fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Eligieron un terreno bastante particular: un islote en medio del lago de Texcoco, más conocido como Meztliapan (el ombligo de la luna). De este nombre tomará el suyo la ciudad de México, la ciudad que estará en medio del lago de la Luna. Los aztecas eligieron este sitio guiados por su dios Huitzilopochtli, quien les dijo que donde encontraran un sauce blanco, una rana y un águila sobre un árbol de nopal con una serpiente en su pico, debían quedarse y fundar su reino. Con los años Tenochtitán llegó a tener más de 100.000 habitantes y se transformó en la capital del poderosos imperio azteca.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar