Bartolomé de las Casas sobre la conquista de América


Cuando Cristóbal Colón se aventuró a través del océano Atlántico a navegar durante 32 días por mares antes desconocidos, estaba seguro de que su destino era Asia. Tan poderosa era su convicción sobre lo fructuoso del viaje, que soportó siete años de desdenes en las Cortes de Portugal y de Castilla sin abandonar su empresa. El marino genovés había adquirido todos los elementos de astronomía, geometría y álgebra que eran necesarios para los cálculos náuticos. Además, sabía de cartografía y geografía. Los relatos de Marco Polo sobre el gran Genghis Khan le daban más fuerza. Colón reunió todas las características de la época, una mezcla de lo medieval y lo moderno: su móvil fue al mismo tiempo la riqueza, el conocimiento de la naturaleza y la expansión del cristianismo. Después de una esperanzada noche, en la madrugada del 12 de octubre de 1492 1, un tripulante de la carabela La Pinta, dio el aviso de tierra. Pero, ¿cómo fue posible que un insignificante y reducido grupo de marineros enviados por la corona española destruyera sin mayores trámites los imponentes imperios de las tierras hasta entonces desconocidas por los europeos? Las explicaciones han recorrido varias sendas: desde las características personales de los mandamás aztecas (mexicas en náhuatl) e incas, las guerras intestinas entre los pueblos indígenas, la superioridad militar europea, sumada a la guerra microbiana que fulminó a la población local. Como fuera, este encuentro terminó en el mayor genocidio conocido hasta hoy. Bartolomé de las Casas fue uno de los principales biógrafos y relatores de las aventuras de Colón. Nadie, en su época, mejor documentado que el fraile dominico español. Tuvo acceso a sus diarios, a sus cartas, a los textos oficiales y a otros documentos. Pero sus relatos enseñaban una profunda contradicción, entre defender las acciones de quien admiraba y, al mismo tiempo, denunciar las injusticias y crímenes cometidas contra los nativos y las pecaminosas consecuencias de la destrucción de las Indias.

Fuente: Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias, Tomo III, Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho, 1986, pág. 222.

«…pero los robos y matanzas y cautiverios y escándalos que había hecho a tantos señores y reyes y particulares personas de los indios, no hubo memoria en la residencia, ni hombre particular, ni fiscal del rey que de ello le acusase, porque matar ni robar indios nunca se tuvo en estas Indias por crimen; y la más potísima razón que de esto nada se puede, no es sino la insensibilidad que ha permitido Dios, por los pecados de España, en los más de nosotros, sin el juicio secreto divino que ha reservado para sí o para la otra vida, el castigo total de los pecados tan inhumanamente cometidos en las gentes de estas Indias.»

 

Bartolomé de las Casas

Referencias:

1 O un día después, si se confirman las investigaciones que afirman que el grito del llamado Rodrigo de Triana se produjo el 13.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar