
Autor: Mariano Fain
Nació en un humilde orfanato porteño con el nombre de Miguel Ángel Peralta, pero el destino le tenía reservado un camino que lo convertiría en leyenda. Estamos hablando de Miguel Abuelo, el carismático cantautor que revolucionó la escena del rock nacional en los años 60 y 70.
Su vida fue tan intensa como sus letras cargadas de poesía y misticismo. De niño adoptado, pasó a ser un joven inquieto que deambuló por los míticos bares bohemios de Buenos Aires, donde trabó amistad con figuras como Litto Nebbia, Moris y Tanguito.
Fue en esa movida under donde fundó su banda seminal «Los Abuelos de la Nada» en 1967, haciendo su aporte fundamental a la explosión del rock argentino con sus extrañas y psicodélicas composiciones.
Luego vino el exilio forzado por la dictadura (Onganía), una vida nómade en Europa, el reencuentro con su hijo «Azul» y su regreso triunfal en los 80 con una nueva formación estelar de Los Abuelos. Hits como «Himno de mi Corazón» y «Vasos y Besos» los encumbraron a la cima del éxito.
Pero la tragedia acechaba. En 1988, a los 42 años, Miguel falleció víctima del SIDA, una enfermedad estigmatizada en esos años. Sus cenizas fueron arrojadas al mar para cumplir su deseo de ser «polvo de estrella».
Aunque su vida fue breve, su huella es indeleble. Miguel Abuelo dejó un legado de autenticidad, libertad y poesía que influyó a toda una generación de rockeros. Un abuelo rockstar que sigue más vigente que nunca.
¿Sabías que Miguel Abuelo nació en un orfanato y fue adoptado a los 5 años?
¿Sabías que en los 60 frecuentaba la mítica barra de La Cueva junto a Litto Nebbia, Moris y Tanguito?
¿Sabías que se exilió en Europa durante la dictadura y tuvo un hijo llamado «Azul» en Ibiza?
¿Sabías que sus éxitos «Himno de mi Corazón» y «Vasos y Besos» fueron producidos por Charly García?
¿Sabías que falleció de SIDA en 1988 a los 42 años y sus cenizas fueron arrojadas al mar?