Raúl Scalabrini Ortiz y el periódico Reconquista


Luego de varios intentos, en 1939, con 40 años, Raúl Scalabrini Ortiz lanzó un ambicioso emprendimiento periodístico: el matutino Reconquista nacía el 15 de noviembre de 1939, como órgano extraoficial de FORJA, el grupo de jóvenes yrigoyenistas que hacía unos años venían -como decía Arturo Jauretche- “tirando con el arco y la flecha en medio de ametralladoras y cañones”.

Entre los colaboradores del emprendimiento, además de miembros de FORJA, como Arturo Jauretche, se encontraban algunos miembros de lo que se consideraría más tarde como el “revisionismo histórico”: Manuel Gálvez, Armando Cascella, Rodolfo Irazusta, Álvaro Yunque, Raúl Larra, entre otros.

Defensor de la neutralidad argentina durante la Segunda Guerra Mundial, de la independencia económica y de la soberanía política de la Argentina, desde el matutino se definían como demócratas y adversarios del nazismo y del fascismo.

Al justificar el nacimiento del periódico, Scalabrini Ortiz editorializó: “El estallido de la guerra agudizó el peligro que se cernía sobre la vida de los argentinos y sentí que mi responsabilidad intelectual era inmensa. De esa angustia nació Reconquista. (…) Lo esencial era tener en las manos un órgano enteramente libre para opinar en materia internacional y en los temas fundamentales de la política nacional”.

Asimismo, agregaba: “Salimos a proclamar exactamente lo mismo que desde hace muchos años gruñimos en la media voz de un folleto, de una conferencia silenciada por los diarios o de una revista de circulación reducida. Salimos para defender todo lo argentino, para desbaratar los planes que urden en la penumbra las compañías extranjeras…”.

En los siguientes números, Scalabrini abordó temas que ya venía investigando desde tiempo antes: la historia del primer empréstito, de los ferrocarriles, la defensa del petróleo, los líderes montoneros. Pero la vida de Reconquista fue tan dura como la de FORJA, que debió enfrentar una polarización creciente: germanófilos vs. aliadófilos.

Pero además, muy pronto, Reconquista enfrentó problemas financieros. Luego de 41 días y de rechazar la oferta de la embajada alemana para solventar su salida, Reconquista dejó de existir. Hoy, recordamos un aniversario de su último número con las palabras que su fundador escribiera en aquella oportunidad.

Fuente: Periódico Reconquista, 25 de diciembre de 1939, en Norberto Galasso, Raúl Scalabrini Ortiz y la lucha contra la dominación inglesa, Ediciones del Pensamiento Nacional, 1985, pags. 60-61.

«Por decisión propia Reconquista muere hoy. Hemos pasado como una ráfaga de aire incontaminado en el irrespirable ámbito de intereses creados de nuestro periodismo. Somos una expansión en marcha y las anécdotas que significas tropiezos no nos detendrán. No es esta una ligera frase literaria sin realidad. Es una expresión de convencimientos sostenidos a través de todas las vicisitudes. (…) Caemos y otros nos sustituirán o nosotros mismos renaceremos (…) Dijimos en el primer número que Reconquista cumpliría su deber o moriría. Hacemos honor a nuestra promesa (…) Hemos mantenido nuestra absoluta independencia de criterio y nuestra total libertad de acción hasta el último momento y sólo hemos tenido por mira exclusiva el bienestar, la seguridad y la dignidad argentinas (…) No se encontrará en los 41 números una sola frase responsable que no condiga con nuestra prédica anterior. El viento viene de lejos. Se deforma un poco al superar los obstáculos y sigue siendo viento (…) Este acto de extinción voluntaria no es fruto de una desesperación o de una dificultad económica insoluble para nuestro ingenio. Sabemos perfectamente cómo vive un diario argentino. Hay tal suma de intereses trenzados en contra del interés nacional y aun en contra de la ley del derecho positivo, que el silencio se cotiza como moneda legal. Nosotros no nos permitimos el derecho de mercar nuestro silencio. O somos libres o volvemos a esa napa invisible por donde corren las energías más vivas de la República. Sabemos que muchos censurarán esta actitud como impolítica. Creerán que es un acto de lírico romanticismo (…) Pero Reconquista interrumpe su vida por propia decisión para no caer en la ignonimia sin esplendor en que ha caído nuestro periodismo…«

 

Raúl Scalabrini Ortiz

Fuente: www.elhistoriador.com.ar