¿Cómo era la vida de los chicos en la Antigua Grecia?


Autor: Felipe Pigna

Igual que ahora, los chicos de la antigüedad, distribuían su tiempo entre los juegos y el estudio, los más afortunados, y entre los pocos juegos y mucho trabajo, los menos afortunados. Pero en aquella época la infancia era más corta. Un chico de trece años era considerado un adulto y podía estar en condiciones de casarse, aunque esto no era lo más habitual.

El padre decide 
En Grecia, cuando las mamás daban a luz, le presentaban el bebé al padre. Si éste consideraba que era débil o enfermo podía rechazarlo. Estos chicos, en la mayoría de las ciudades griegas, eran abandonados en lugares especiales adonde acudían otros padres para adoptarlos. Si no tenían suerte eran vendidos como esclavos. En Esparta, en cambio, estos niños eran eliminados. Los arrojaban desde lo alto del monte Taigeto.

Los primeros días 
En Grecia era fácil darse cuenta cuando en una casa nacía un bebé: los padres adornaban la puerta con guirnaldas de olivo si era un varón o adornos de lana si era una nena. La familia ofrecía una gran fiesta y sacrificios a los dioses.

Las primeras pelelas 
Los padres griegos colocaban a sus chiquitos en unas sillas especiales de arcilla para que aprendieran a hacer sus «necesidades» solitos. Estas fueron las antecesoras de las pelelas actuales.

¿A qué jugaban? 
Los chicos griegos se divertían con muchos juegos y juguetes que aún se siguen usando, como las muñecas, el yo-yó y el trompo. Los juguetes estaban hechos de madera, tela o arcilla. Pero a los trece años se acababa la diversión: tenían que depositar sus juguetes en el templo de Apolo y prepararse para la vida adulta.

¿Barbies de arcilla?
Las muñecas griegas estaban hechas de terracota, un tipo de arcilla. Eran muy coloridas y tenían articulaciones en los brazos y las piernas.

La escuela 
No todos los chicos griegos podían acceder a la educación, pero con los avances democráticos, a partir del siglo V, se tornó un poco más popular. Las familias griegas le daban mucha importancia a la educación tanto intelectual como física. Los más ricos mandaban a sus hijos a la escuela acompañados por un esclavo para que lo controlara y lo ayudara en sus tareas.

¿Cómo eran los cuadernos? 
Eran tabletas de cera sobre las que se escribía utilizando un punzón. Acabada la tarea, la cera se alisaba y se podía volver a usar.

¿Cómo era la «educación espartana»? 
En Esparta los chicos tenían una infancia más corta todavía. A los siete años eran enviados a los campos de entrenamiento militar. Allí se les daba una instrucción muy severa y poca comida. Las niñas vivían en sus casas pero también recibían un fuerte entrenamiento físico.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Felipe Pigna
Felipe Isidro Pigna (Mercedes, Buenos Aires; 29 de mayo de 1959) es un escritor, divulgador histórico, profesor argentino, especializado en la historia de su país. Realiza trabajos en diversos formatos, y es considerado por el programa Ver para leer como el divulgador con más difusión popular en la Argentina de la actualidad. Pigna es director del Centro de Difusión de la Historia Argentina de la Universidad Nacional de General San Martín, columnista de la radio Vorterix, director de la revista Caras y Caretas y consultor para América Latina del canal de televisión History.