"Los pueblos de América, por el esfuerzo libertador de sus paralelas luchas en la organización política de su origen, por su lengua, por su religión en gran parte común, como es común su historia y su destino, vienen a defender aquí el mismo legado de paz y libertad. (...) Sostuvimos siempre la igualdad jurídica y soberana de los Estados, y proclamamos a la faz del mundo que únicamente se debía vivir por la fuerza del derecho y conforme a la moral y a la justicia internacional."